Una modelo bielorrusa que aseguró tener pruebas sobre los esfuerzos de Rusia para ayudar a Donald Trump a ganar la presidencia de Estados Unidos, fue expulsada de Tailandia donde afrontaba un proceso con otros rusos por organizar cursos de “entrenamiento sexual”.
A Anastasia Vashukevich, más conocida bajo el pseudónimo de Nastia Rybka, se le “dará una oportunidad para regresar a casa”, declaró el juez del tribunal de Pattaya, según una periodista de la AFP presente en la audiencia.
Fue condenada solamente a pagar a pagar una multa, cuando al inicio del juicio corría el riesgo de ser condenada a una pena de varios años de prisión.
El jefe de la policía migratoria, Surachate Hakparn, precisó que Vashukevich y los otros siete acusados rusos por el mismo caso, serán “deportados” pronto “en coordinación con las autoridades rusas”. Por el momento no estaba claro si la modelo será deportada a Rusia o Belorrusia.
Vashukevich fue detenida en Tailandia a finales de febrero de 2018 con un grupo de otros extranjeros que organizaban cursos de “entrenamiento sexual” en la estación balnearia de Pattaya, según las autoridades de Tailandia.
El grupo de rusos detenidos alegaba que ofrecían cursos de seducción para hombres y mujeres.
Fueron acusados por múltiples cargos, incluido prostitución.
La “call girl” había viajado a Tailandia después de verse envuelta en un escándalo político con el magnate ruso del aluminio Oleg Deripaska, un antiguo colaborador del exdirector de campaña del presidente Trump, Paul Manafort.
En un giro muy peculiar, la joven captó la atención de la prensa internacional tras publicar un video en Instagram en el que ofrecía revelaciones a los periodistas estadounidenses sobre la supuesta ayuda que ofreció el Kremlin para que Trump ganara la presidencia de Estados Unidos en noviembre de 2016.
Pero hasta ahora no publicó ninguna información sustancial para fundamentar sus afirmaciones, y sus críticos calificaron sus promesas como una jugada publicitaria.
La policía alegó que el curso sexual que ofrecían en las playas de Tailandia, dirigido por el autodenominado gurú de la seducción ruso Alex Kirillov, violaba las leyes de decencia del país.
Kirillov, que actuó como portavoz de la mayoría de los rusos acusados, cree que “alguien ordenó” su detención “por dinero”, dijo a la prensa a su llegada al tribunal.
Los acusados afirmaron que ellos solo actuaron como entrenadores en “cómo seducir a hombres y mujeres” y no participaron en actividades sexuales.
Los seguidores de los acusados dicen que el curso estaba orientado a ofrecer consejos sobre el romance y las relaciones.
Vashukevich y Kirillov habían expresado temor de ser deportados a Rusia e incluso en una de las etapas pidieron ayuda a Washington. Sin embargo Vashukevich culpó luego a Estados Unidos por su detención.
Tanto Washington como Moscú rechazaron públicamente la historia de Vashukevich.
Vashukevich, quien ha escrito un libro sobre la seducción de los multimillonarios, era una ‘escort girl’ que frecuentó a la élite política rusa y que tiene una causa pendiente en Rusia por haber filmado a Serguéi Prijodko, viceprimer ministro ruso, a bordo del yate del millonario Oleg Deripaska.