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La resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada hace casi una década, se presenta como crucial en el escenario actual de Siria tras el derrocamiento de Bashar Al Assad. Destacados líderes internacionales, incluyendo a António Guterres, Secretario General de la ONU, y diplomáticos de alto rango como Antony Blinken y Annalena Baerbock, han hecho hincapié en la importancia de seguir los principios de esta resolución para la transición política en Siria. Sin embargo, el texto requiere actualizaciones para adaptarse a la nueva realidad en el país.

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Mientras la situación en Siria continúa evolucionando tras el derrocamiento del presidente Bashar Al Assad, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, de hace casi una década, es descrita como vital para lo que se viene.

“El pueblo de Siria se encuentra en un momento histórico y un momento de oportunidad. Esa oportunidad no se puede desaprovechar”, dijo el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, la semana pasada en Nueva York. “El proceso debe guiarse por los principios subyacentes de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad”, afirmó.

Muchos diplomáticos internacionales de alto rango, incluido el Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, y la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, han dicho algo similar.

El Consejo de Seguridad emitió una declaración la semana pasada que también estaba de acuerdo con esta declaración, a pesar de que el organismo ha estado dividido sobre cuestiones relacionadas con Siria.

Rusia, uno de los miembros permanentes del Consejo, es un aliado de larga data del régimen de Assad y se involucró en la guerra en 2015. El Kremlin ha vetado o interferido en las medidas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en torno a Siria muchas veces a lo largo del conflicto, incluyendo el bloqueo de entregas de ayuda y el veto de una investigación sobre el uso de armas químicas por parte de Damasco.

Sin embargo, ahora que el régimen de Assad ha desaparecido, Rusia está adoptando una actitud más conciliadora con el trabajo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Siria.

¿Qué es la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU?

La resolución fue aprobada por unanimidad por los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2015, cuando la guerra civil siria se volvió cada vez más brutal y sangrienta.

Concebida como la base de las conversaciones de alto al fuego, aboga por una transición pacífica del poder de la dictadura a la democracia. La familia Assad había controlado Siria desde 1971 y era conocida por reprimir violentamente cualquier disidencia política.

Después de las revoluciones pacíficas de 2011 durante la llamada “Primavera Árabe”, estallaron los combates entre el gobierno sirio, que intentó reprimir las protestas, y los rebeldes antigubernamentales.

Según la Resolución 2254, cualquier alto al fuego debería haber incluido el establecimiento de un nuevo gobierno de transición inclusivo y la redacción de una nueva Constitución. El objetivo final era sacar a Assad del poder y celebrar elecciones libres y justas. La resolución decía que este proceso debería ser liderado por los sirios pero apoyado por la ONU.

“La única solución sostenible a la crisis actual en Siria es a través de un proceso político inclusivo y liderado por los sirios que satisfaga las aspiraciones legítimas del pueblo sirio” fue probablemente la frase más citada de la Resolución 2254 durante la última década de guerra.

La Resolución 2254 también se comprometió con la integridad territorial de Siria, la independencia nacional, la unidad social y un sistema de gobierno no sectario.

¿Cómo surgió la resolución?

La Resolución 2254 se basó en gran medida en lo que se conoce como el Comunicado de Ginebra de junio de 2012.

El Comunicado de Ginebra fue una declaración emitida después de las conversaciones celebradas en Ginebra, Suiza, por el Grupo de Acción para Siria, respaldado por la ONU. Este grupo incluía a ministros de Asuntos Exteriores de los países árabes, la UE, Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía, China y Rusia. Los sirios no participaron.

El Consejo de Seguridad de la ONU respaldó el Comunicado de Ginebra en una resolución de 2013, pero la Resolución 2254 describió posteriormente los pasos necesarios para poner fin al conflicto de forma más concreta.

¿Sigue vigente la Resolución 2254?

Como señaló un comentarista en la plataforma de redes sociales X (antes Twitter), “aplicar la Resolución 2254 hoy parece como recetar medicamentos para una enfermedad que ya no existe”.

De hecho, algunos de los detalles de la resolución ya no están actualizados. Por ejemplo, pide negociaciones y reparto de poder entre la oposición siria y el gobierno sirio, encabezado por Assad. Obviamente, ese gobierno ya no existe.

El jefe de facto del gobierno sirio, Ahmad Al Shareh, jefe de la milicia rebelde que encabezó la ofensiva que derrocó al régimen, también ha planteado este punto. El “Comando General” de Al Shareh, que dirige el país durante la transición actual, apoya ampliamente la Resolución 2254, según un comunicado de la organización.

No obstante, en la reunión de este fin de semana con el Enviado Especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, en Damasco, Al Shareh también sugirió que la Resolución 2254 necesitaba ser actualizada dadas las nuevas realidades sobre el terreno.

Una hoja de ruta

A pesar de las críticas a la Resolución 2254, sigue pareciendo la propuesta más probable para guiar la transición siria. “Es más fácil para los miembros del Consejo de Seguridad atenerse a los principios básicos de la 2254 que elaborar un plan totalmente nuevo para el papel de la ONU en Siria”, dijo Richard Gowan, director de la ONU en el grupo de expertos Criss Group al periódico The National de Abu Dhabi a principios de diciembre.

La resolución podría simplemente servir como base para un “diálogo sirio-sirio, con la participación de todo el espectro, incluidos individuos confiables, tecnócratas, expertos, patriotas”, dijo Yahya al Aridi, profesor universitario y exportavoz de la oposición siria, a la publicación especializada Syria Direct la semana pasada.

Para tener éxito, la transición de Siria “debe ser llevada a cabo por sirios para sirios, pero con asistencia externa”, sostuvo Carl Bildt, exprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, en un artículo de opinión de diciembre para Project Syndicate. “El proceso de la ONU representa el mejor camino a seguir”, concluyó.