El grupo chií libanés Hezbolá confirmó este miércoles la muerte de Hashem Safi al Din, jefe del Consejo Ejecutivo de la formación y considerado uno de los principales candidatos a suceder al clérigo Hassan Nasrallah, también asesinado por Israel a finales de septiembre.
“Expresamos el pésame a la nación (…) por un gran líder y mártir en el camino a Jerusalén. El presidente del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, su eminencia Hashem Safi al Din, se fue con el Señor“, dijo la agrupación en un comunicado, en el que dijo que murió en “una incursión sionista criminal y agresiva”, sin dar detalles.
El grupo indicó en el comunicado que el clérigo “dedicó la mayor parte de su vida al servicio de Hézbolá, de la Resistencia Islámica y de su comunidad”, mientras que señaló que dirigió “con responsabilidad y capacidad” el Consejo Ejecutivo del grupo, además de otras instancias de la cadena de mando de la formación.
“Nos comprometemos ante nuestro gran mártir y sus hermanos, los mártires, a continuar en el camino de la resistencia (…) hasta alcanzar los objetivos de la libertad y la victoria”, zanjó Hezbolá en la nota.
Hezbolá confirmó muerte de Hashem Safi al Din, comunicada por Israel
Precisamente ayer, el Ejército israelí confirmó que asesinó al destacado clérigo en un ataque el pasado 4 de octubre, aunque el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ya anunció el día 8 la muerte de Safi al Din y la de su posible reemplazo.
Junto a la muerte de Safi al Din, a quien el Ejército de Israel identificaba como próximo líder Hezbolá y quien era también primo de Nasrallah, las fueras israelíes también anunciaron la de Ali Hussein Hazima, comandante de la cédula de inteligencia del movimiento chií.
“Hemos llegado a Nasrallah, a su sucesor y a la mayoría de líderes de Hezbolá. Vamos a alcanzar a cualquiera que amenace a los civiles del Estado de Israel”, dijo ayer el portavoz en árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Avichay Adraee.
Decenas de líderes y altos cargos de Hezbolá han sido asesinados por Israel en el último mes, cuando comenzó una campaña de bombardeos masiva contra el Líbano que se ha saldado con cientos de muertos y ha provocado el desplazamiento de más de 1,2 millones de personas.
Sin embargo, el movimiento armado asegura que estos asesinatos y los ataques no han minado las capacidades militares del grupo, que sigue lanzando a diario ataques contra Israel y no deja progresar a las tropas israelíes que intentan avanzar en el sur del Líbano.