Para el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, el ataque con misiles del martes contra Israel “ha concluido, a menos que el régimen israelí decida invitar a nuevas represalias”.
“En ese escenario, nuestra respuesta será más fuerte y más poderosa”, dijo Araqchi, quien fue miembro del equipo de negociación nuclear de Irán, en su cuenta de X.
Hasta el momento, Irán argumentó que el ataque del martes, con alrededor de 180 misiles, se realizó en respuesta a los recientes asesinatos de líderes de Hezbolá por parte de Israel y su actual incursión militar en el Líbano.
Teherán dijo que sus misiles solo tuvieron como objetivo infraestructura militar de Israel.
Entretanto, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que tomaría represalias. “Irán ha cometido un gran error esta noche, y pagará por eso”, dijo el martes.
Estados Unidos, por su parte, señaló que apoyaría a Israel para garantizar que Irán enfrentara “graves consecuencias” por el ataque del martes. El Pentágono también confirmó que había disparado una docena de interceptores contra los misiles iraníes.
A su vez, la Guardia Revolucionaria iraní amenazó explícitamente a Estados Unidos, indicó a DW Simon Wolfgang Fuchs, profesor del área de estudios de Oriente Medio en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
“Dijeron que ‘si atacan nuestras refinerías, incendiaremos sus refinerías’, así como las refinerías y los campos petroleros en toda la región, incluidos Arabia Saudita, Azerbaiyán, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos y Bahréin”, señaló.
Israel “no está interesado en desescalar”
Muchos en Israel ven la actual situación como una oportunidad única para debilitar decisivamente a Irán, añadió Fuchs. “Israel no está interesado en absoluto en desescalar la situación en este momento”, dijo a DW.
Pero, si Israel fijara como objetivo las instalaciones petroleras iraníes, o incluso las instalaciones nucleares, la situación en todo Medio Oriente se volvería verdaderamente impredecible, advirtió el experto.
De acuerdo con el sitio web estadounidense Axios, en unos días se lanzará una “represalia importante”. Según esos informes, los funcionarios israelíes dijeron que las instalaciones de producción de petróleo y otros sitios estratégicos en Irán estarían en la mira.
El Ejército de Israel ha estado combatiendo a la organización terrorista Hamás, respaldada por Irán, desde los ataques que la milicia lanzó contra varios lugares en Israel el 7 de octubre de 2023.
Luego de un año de combates limitados en la frontera norte, Israel también ha incrementado sus ataques contra Hezbolá, respaldado por Irán en el Líbano. Su brazo armado es calificado de grupo terrorista por la Unión Europea.
Solo esta semana, Israel llevó a cabo al menos una docena de ataques aéreos contra objetivos en los suburbios del sur de Beirut, mientras Hezbolá sigue disparando misiles contra Israel.
También continúan los ataques del grupo hutí del Yemen, vinculado a Irán. Este miércoles los hutíes dijeron que habían lanzado ataques “en lo profundo del territorio de Israel”.
Peligrosa escalada
Otros informes señalan que hasta 40.000 combatientes alineados con Irán están a la espera en la vecina Siria, cerca de la frontera con el Líbano.
“Combatientes de Siria, Yemen y Afganistán habían declarado previamente su solidaridad con Hezbolá y el compromiso de luchar si es necesario”, dijo a DW Burcu Ozcelik, investigadora principal para la Seguridad de Oriente Medio en el Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres.
“El riesgo de que un cúmulo de combatientes árabes procedentes del llamado eje de la resistencia [países y grupos que ven a Estados Unidos e Israel como enemigos] se unan en la porosa frontera de Siria para apoyar a Hezbolá, se ha estado gestando desde hace algún tiempo”, confirmó.
En su opinión, aumentar el impacto potencial de los proxis iraníes es parte integrante de la política de seguridad de Irán, compuesta por dos pilares.
“Una capacidad nuclear militar latente, por un lado, y por el otro el despliegue de una red de milicias alineadas, o el ‘Anillo de Fuego’, que incluye a Hezbolá en el Líbano, Hamás y la Yihad Islámica en Gaza, grupos armados en Siria e Irak, y Ansar Allah (movimiento hutí), en Yemen”, dijo la experta en un análisis reciente en el sitio web del grupo de expertos.
“Hasta ahora, el primer pilar ha servido para impedir que Irán emprenda acciones beligerantes abiertas contra Israel por temor a que una represalia israelí en su territorio podría dañar su programa nuclear, retrasándolo años, y a un gran costo”, escribió.
A su vez, añadió que el segundo pilar, por definición, requiere una resiliencia organizativa constante y una competencia militar ofensiva de sus aliados.
Sin embargo, dada la actual escalada, no está claro si estos dos pilares evitarán la extensión a una guerra reigonal.
“Si las limitadas incursiones de Israel en el sur del Líbano condujeran a un enfrentamiento prolongado y a un combate con Hezbolá en tierra, esto podría provocar que [esos otros] combatientes vinculados a Irán intenten infiltrarse en el Líbano”, dijo a DW.