El portavoz del Ejército de Israel, Daniel Hagari, aseguró este martes que sus tropas realizaron docenas de incursiones “selectivas” en el sur de Líbano desde el 7 de octubre del año pasado, con el objetivo de desmantelar “infraestructura subterránea y armamento avanzado de origen iraní” de Hezbolá.
“Estas operaciones se llevaron a cabo con el fin de desmantelar las capacidades militares de las Fuerzas (de élite) Radwan de Hezbolá y evitar que llevasen a cabo su plan “Conquistar Galilea”, al estilo del 7 de octubre, invadiendo el norte de Israel”, indicó.
Durante estas infiltraciones en el país vecino, las tropas destruyeron túneles, almacenes de armas y áreas de reunión para planear operaciones, además de recoger “información de inteligencia valiosa”, según detalló el portavoz.
La invasión terrestre de Israel al Líbano de esta madrugada
El Ejército israelí inició la madrugada de este martes una anunciada invasión terrestre en zonas del sur del Líbano, la cual describió como “limitada, localizada y específica”, pese a dar órdenes de evacuación a población civil localizada a unos 60 kilómetros de la divisoria.
Israel justificó esta operación militar asegurando que el grupo chií planeaba realizar un ataque similar al que perpetró Hamás el pasado 7 de octubre, lo que causó en aquel entonces unos 1.200 muertos y 251 secuestrados, dando comienzo a la ofensiva israelí en Gaza.
Asimismo, Hagari insistió en que esta operación forma parte de sus “esfuerzos para asegurar que los residentes del norte de Israel puedan regresar a sus hogares de manera segura y protegida sin la amenaza de Hezbolá en su puerta”.
Hay más de 60.000 residentes de las comunidades del norte evacuados desde hace casi un año, cuando Hezbolá comenzó a abrir fuego contra territorio israelí en solidaridad con las milicias palestinas y los gazatíes.
El Ejército libanés, por su parte, negó hoy que se haya retirando de la zona fronteriza. Sin embargo, afirmó que ha trasladado a parte de su personal previamente localizado en torres de observación en las zonas fronterizas con Israel.
Mientras la incursión terrestre prosigue, la misión de la ONU en el Líbano manifestó este martes su confianza en que todavía queda “una pequeña oportunidad para que la diplomacia tenga éxito” y advirtió que “este ciclo de violencia no terminará bien para nadie”.