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Más de 41 mil muertos, 95 mil heridos y 10 mil cuerpos bajo escombros es el saldo devastador de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. Desde octubre del año pasado, Israel busca destruir al grupo extremista. Las Naciones Unidas reportan una crisis humanitaria sin precedentes, con la economía hundida y escuelas bombardeadas en la zona. Testimonios revelan abusos por parte de Hamás, incluyendo ataques a civiles y rehenes asesinados. Israel asegura actuar con necesidad militar, aunque se critica el impacto en civiles. La población sufre desplazamientos, escasez de alimentos, y la falta de una tregua. Netanyahu ha obstaculizado acuerdos de alto al fuego, mientras la comunidad internacional exige soluciones urgentes y se denuncia la persecución de la prensa por parte de Hamás.

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Más de 41 mil muertos, 95 mil heridos y 10 mil cuerpos bajo los escombros. Esas son las cifras del saldo de víctimas que ha cobrado la devastadora ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza por la guerra con Hamás, según el más reciente reporte de las autoridades.

Desde el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre del año pasado, donde 1.200 personas murieron, mientras que otras 251 fueron secuestradas, Israel ha reiterado que su objetivo es destruir al grupo extremista.

Debido a este conflicto, Gaza afronta una crisis humanitaria sin precedentes, además de tener hundida su economía en niveles nunca antes vistos, según análisis realizados por las Naciones Unidas, así como diversas ONGs.

En lo que va de la guerra, también han sido bombardeadas por Israel al menos el 70% de las escuelas gestionadas por la UNRWA, según informó la agencia en septiembre.

De acuerdo con DW, tan solo en julio se registraron 21 ataques contra escuelas de la UNRWA que servían de refugio en toda la Franja de Gaza.

El país hebreo ha afirmado en repetidas ocasiones que el grupo islamista Hamás y otros grupos militantes utilizan establecimientos civiles, como escuelas y hospitales, con fines militares.

Esto ha sido negado por parte de Hamás. Sin embargo, un artículo del medio estadounidense The New York Times recopiló testimonios sobre cómo el grupo extremista estaría utilizando la violencia para mantener el poder, abusando de rehenes y de los propios palestinos.

Hamás e Israel en Gaza, una “suerte” de incertidumbre

“En cualquier momento, la ocupación israelí puede matarme, pero puedo correr la misma suerte a manos de quienes nos han gobernado durante 17 años”, dijo al NYT Amin Abed en una entrevista telefónica mientras se mantiene hospitalizado, refiriéndose a Hamás.

“Casi me matan, esos asesinos y criminales”, sostuvo el activista palestino que ha hablado públicamente sobre Hamás.

La ocupación israelí puede matarme en cualquier momento, pero puedo correr la misma suerte con Hamás
Imagen de Amin Abed, activista palestino hospitalizado tras ser atacado por agentes de seguridad de Hamás | The New York Times

El Sr. Abed, que permanece hospitalizado, fue rescatado por transeúntes tras ser atacado por agentes de seguridad de Hamás en julio, quienes le habrían cubierto la cabeza y arrastrado antes de ser agredido con martillos y barras de metal, según recoge el citado medio.

El hombre aseguró que lo que él sufrió también le ha ocurrido a otras personas que se encuentran en Gaza.

Esto recuerda al asesinato de seis de los rehenes secuestrados por Hamás, lo que se dio a conocer el pasado 1 de septiembre. Según el Ministerio de Salud de Israel, estos “fueron asesinados por terroristas de Hamás por varios balazos a corta distancia”.

Por su parte, el grupo extremista dijo que murieron a causa de bombardeos israelíes. Según el informe del Instituto Nacional de Medicina Forense de Israel, “las muertes de los rehenes ocurrieron aproximadamente entre 48 y 72 horas antes”.

El hecho provocó diversas manifestaciones en Israel, exigiendo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, alcanzar una tregua que permita un cese al fuego y la liberación de rehenes en Gaza.

A la fecha, al menos 41.272 personas, la mayoría mujeres y niños, han muerto tras más de once meses a causa de la ofensiva israelí en la Franja de Gaza; mientras que el número de heridos superó los 95.550. A esta cifra se suman más de 660 muertos en Cisjordania y Jerusalén Este a manos de las fuerzas israelíes o colonos.

“Hamás ha actuado imprudente”

Para Mkhaimar Abusada, profesor de ciencias políticas que huyó de Gaza al comienzo de la guerra, “no existe ninguna ley internacional que justifique que Israel mate a civiles”. No obstante, “Hamás ha actuado de manera imprudente”, dijo al New York Times.

Según el citado medio, Hamás tendría la práctica de operar desde zonas civiles en Gaza, lo que ha provocado duras críticas de los palestinos.

“A los que lanzan cohetes y disparan balas desde zonas civiles no les importan los civiles”, dijo Abu Shaker, un palestino cuya familia ha sido desplazada varias veces. “Si quieren luchar contra Israel, deberían hacerlo. Pero ¿por qué vienen a esconderse entre los civiles?”, criticó.

En ese sentido, de acuerdo con el NYT, los palestinos señalan que si bien Israel tiene una enorme responsabilidad por el sufrimiento que les ha causado la guerra, Hamás también la tiene.

“Cualquier soldado que quiera portar armas está obligado a proteger a los civiles, no a esconderse entre ellos”, esgrimió Munir al-Jaghoub, un funcionario del partido Fatah en Cisjordania, que arremetió contra Israel por la devastadora guerra en Gaza, criticando a su vez a Hamás.

Incluso, algunos acusan que Hamás estaría usando medidas brutales para evitar e intentar detener saqueos en territorios donde se han retirado las fuerzas israelíes. Según funcionarios estadounidenses, a quienes han sido acusados de saqueos se les ha disparado en una pierna.

No obstante, desde Hamás negaron rotundamente las acusaciones al citado medio. “No existe tal cosa como estar fuera de las zonas residenciales en Gaza”, dijo Husam Badran, un alto funcionario de Hamás. “Esos pretextos, esgrimidos principalmente por el ejército de ocupación israelí, no tienen sentido”, sostuvo.

Para las autoridades estadounidenses la ‘realidad’ de la guerra es que tanto el Ejército de Israel como Hamás ejecutan cuestionables actos a diario.

El jefe de la agencia de inteligencia estadounidense que examina las imágenes satelitales, el vicealmirante Frank Whitworth, relacionó el trabajo de los funcionarios de su departamento con el de un árbitro.

En ese sentido reconoció que “también tenemos la responsabilidad de contar toda la historia. (…) Sin duda, estamos permitiendo que Israel se proteja a sí mismo, pero también estamos cantando cada bola, cada strike, cada balk y cada falta, y lo estamos haciendo de una manera muy completa”, señaló en una conferencia con periodistas, según The New York Times.

Denuncian persecución de Hamás contra la prensa en Gaza

Además, también se han denunciado episodios de aparente persecución de Hamás contra la prensa.

La semana pasada, el propio Sindicato de Periodistas Palestinos criticó la “política de intimidación y amenaza” que sufrido periodistas en Gaza. Esto, luego que un grupo de sujetos armados irrumpiera en la vivienda de Ehab Fasfous, un periodista y activista de las redes sociales.

A través de un comunicado, si bien no se mencionó específicamente a Hamás, la organización casi no dejó dudas sobre su relación con lo sucedido, alertando que se trató de una redada con “gran severidad”, aún cuando los periodistas y sus familias deben ser protegidos.

De acuerdo con el citado medio, Tahseen al-Astal, subdirector del grupo, dijo que “Israel está matando constantemente a periodistas en Gaza”. Sin embargo, “cuando los partidos palestinos internos también los persiguen, su trabajo se vuelve imposible”, agregó.

En entrevista con The Times en mayo pasado, el periodista Fasfous, conocido crítico de Hamás y que ha sido perseguido por el Servicio de Seguridad General del grupo extremista (fuerza policial secreta en Gaza), aseveró que ellos desprecian a quienes los critican.

“Si no estás con ellos, te vuelves ateo, infiel y pecador”, advirtió.

El “precio” de la “libertad” en Gaza

Otros ciudadanos palestinos también han denunciado amenazas por parte del grupo islamista.

Un caso particular que señala NYT es el de Alaa Al-Haddad, un activista de 28 años de Gaza que a inicios de este año criticó a Hamás cuando se encontraba mirando las noticias con un grupo de personas en un refugio de Rafah. Tras esto, contó que un miembro del grupo extremista llegó al lado de su tío y le dijo sin rodeos: “Hazlo callar”.

“Esta es la historia del pueblo palestino en Gaza”, afirmó Ahmed Fouad Alkhatib, un palestino-estadounidense miembro del Atlantic Council. “La impotencia de estar atrapado entre una feroz maquinaria de guerra israelí y un nefasto grupo islamista que opera entre los civiles”, lamentó.

Por su parte, según el citado medio, si bien los funcionarios de Hamás minimizan (y niegan) las críticas sobre su actuar, argumentan que el sufrimiento del pueblo palestino es parte del costo de luchar contra la ocupación israelí en Gaza.

Incluso, Hamás reconocería que “la libertad no es gratuita”, según explicó Salah al-Din al-Awawdeh, miembro del grupo que compartió tiempo en prisión con su actual líder, Yahya Sinwar.

“No hay ningún movimiento de liberación que haya liberado a su pueblo sin pagar un gran precio en términos de civiles”, subrayó.

Israel asegura que ‘evita’ a civiles durante ataques

No son pocos los ataques que Israel ha ejecutado contra recintos educacionales que funcionan como refugios de palestinos en Gaza.

Desde octubre, más de 500 centros educativos han sido atacados en el devastado enclave palestino, según consigna EFE.

El Gobierno gazatí ha denunciado que al menos 122 escuelas y universidades quedaron completamente destruidas, y que otras 334 han resultado dañadas por los incesantes bombardeos.

La mayoría de las escuelas gestionadas por la UNRWA (unas 200) en la Franja de Gaza se convirtieron en refugios para los desplazados, y el 70% de ellas fueron bombardeadas, de acuerdo con los datos de la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.

Al respecto, Israel ha dicho que intenta evitar dañar a los civiles que se refugian allí.

En una declaración a DW, las Fuerzas de Defensa de Israel señalaron que operan “exclusivamente por razones de necesidad militar y en estricta conformidad con el derecho internacional”.

“Debe subrayarse, sin embargo, que Hamás sitúa ilegalmente sus fuerzas militares dentro, debajo y en las proximidades de zonas civiles densamente pobladas, y utiliza cínicamente la infraestructura civil con fines terroristas. En concreto, está bien documentado que Hamás usa escuelas e instalaciones de la UNRWA para sus actividades militares (…)”, agrega la misiva.

Hamás, por su parte, ha negado con frecuencia que oculte combatientes en zonas civiles.

Según datos recabados entre el 23 de octubre de 2023 y julio de 2024 por el ministerio palestino de Educación y Enseñanza Superior en Ramala, al menos 20 campus universitarios han sufrido graves daños y más de 31 edificios universitarios han sido destruidos.

La guerra ha desplazado al menos a 1,9 millones de personas, según la ONU. La población total del territorio es de 2,3 millones.

Gaza: palestinos estarían comiendo una vez cada dos días

De acuerdo con EFE, un informe elaborado por diversas organizaciones que trabajan en Gaza denunció esta semana que Israel estaría bloqueando el 83% de la ayuda alimentaria que necesita la población.

Los palestinos que se encuentran en la zona han pasado de tener un promedio de dos comidas al día a solo una cada dos días, detalla el documento.

“Se estima que para finales de año 50.000 niños de entre 6 y 59 meses necesitarán urgentemente tratamiento por desnutrición”, alertaron las ONG, entre las que se encuentran Save the Children, Oxfam o el Consejo Noruego para los Refugiados, entre otros.

La ocupación israelí puede matarme en cualquier momento, pero puedo correr la misma suerte con Hamás
Miles de niños ya han perdido un año de escuela en la Franja de Gaza | DW

Netanyahu y las trabas a una tregua entre Israel y Hamás

La comunidad internacional y miles de ciudadanos israelíes se han manifestado pidiendo una alto al fuego en la guerra librada entre Israel y Hamás.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha sido el blanco de críticas tanto en su país, así como de organizaciones internacionales y líderes mundiales a raíz de los obstáculos que de manera repetitiva ha interpuesto en las negociaciones con el grupo islamista y así evitado lograr una tregua en Gaza.

Dichas conversaciones buscan alcanzar un pronto acuerdo con Hamás y poder así liberar a los rehenes que están secuestrados hace casi un año en la Franja de Gaza.

El pasado 25 de agosto Hamás rechazó las nuevas condiciones que en ese entonces presentó Israel para un alto al fuego en la Franja de Gaza. Particularmente, esto se debió al control que Israel pretendía imponer sobre los palestinos desplazados que regresarían al norte del enclave cuando entrara en vigor la tregua.

La propuesta inicial de cese el fuego fue revelada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el 31 de mayo de 2024.

En principio, tenía el visto bueno de Israel. Sin embargo, cuando Hamás anunció el 2 de julio que la aceptaría, Benjamín Netanyahu se retractó y propuso un nuevo pacto bajo sus propios términos.

Estados Unidos, Egipto y Catar, países que actúan como mediadores, no han logrado destrabar los puntos complejos del acuerdo, entre ellos la presencia israelí en el denominado ‘Corredor Filadelfia’, una franja de tierra de 14,5 km de longitud paralela a la frontera sur de Gaza con Egipto.

En tanto, países como Chile se han sumado a la demanda de Sudáfrica interpuesta en contra de Israel por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya.

En la misiva se apunta a que funcionarios públicos israelíes de alto nivel habrían hecho llamamientos a matar a todas las personas que viven en Gaza, ignorando hasta su estatus.

Cabe recordar que, en julio, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) determinó que las políticas de Israel sobre asentamientos “violan el derecho internacional” y su “presencia continua” en Palestina es “ilegal”, y le exigió la “evacuación de todos los colonos”, el “desmantelamiento” del muro de separación y la devolución de tierras a sus residentes originales desplazados desde 1967.