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El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, canceló su viaje a la Asamblea General de la ONU en Nueva York debido a la emergencia en el país tras los bombardeos israelíes en Beirut y las explosiones de dispositivos de comunicación. Mikati, en coordinación con el Ministro de Asuntos Exteriores, decidió quedarse en Líbano para atender la situación y la acción diplomática urgente. Los recientes ataques han dejado más de 70 muertos y 3.000 heridos en el país, incluyendo a 37 fallecidos en un bombardeo en el suburbio de Dahye en Beirut. El primer ministro hizo un llamado a la comunidad internacional para condenar los ataques israelíes.

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El primer ministro de Líbano, Najib Mikati, anunció este sábado la cancelación de su viaje a Nueva York, donde tenía previsto participar en la Asamblea General de la ONU, para atender la emergencia en el país tras los últimos bombardeos israelíes en Beirut y las masivas explosiones de dispositivos de comunicación que dejaron decenas de muertos y miles de heridos en distintas ciudades.

“A la luz de los acontecimientos relacionados con la agresión israelí al Líbano, decidí abstenerme de viajar, y acordé, previa consulta y coordinación con el Ministro de Asuntos Exteriores, los temas de la acción diplomática exterior urgente en esta etapa”, anunció Mikati en un comunicado. El titular de Exteriores, Abdallah Bouhabib, se encuentra actualmente en Nueva York.

Mikati detalló que tenía la intención de viajar a la ciudad estadounidense como parte de “la intensificación de la acción diplomática libanesa” en la ONU, con el objetivo de “detener la continua agresión israelí contra el Líbano y las masacres cometidas”, sin embargo, decidió quedarse en el país ante la gravedad de los hechos recientes.

Líbano pide a comunidad internacional condena a Israel

Los últimos ataques israelíes llevaron a Mikati a permanecer en su país porque “en este momento no hay prioridad más alta que detener las masacres cometidas por el enemigo”.

Además, el primer ministro hizo un llamado a la comunidad internacional “para que adopte una posición clara ante estas horribles masacres” y pidió la aprobación de “leyes internacionales para neutralizar los medios tecnológicos civiles de los objetivos militares y de guerra”.

La decisión de Mikati viene motivada por los últimos tres ataques sufridos esta semana, los cuales han dejado un total de 70 fallecidos hasta el momento y más de 3.000 heridos, según el último balance del Ministerio de Salud Pública libanés.

Estas cifras engloban a las víctimas del bombardeo israelí contra un edificio en el Dahye, un suburbio en el sur de Beirut y bastión de Hezbolá, donde 37 personas perdieron la vida y 68 resultaron heridas, así como la oleada de explosiones simultáneas de aparatos de comunicación en manos de integrantes de ese mismo grupo que sacudió diferentes puntos del país el pasado martes y miércoles.