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El temor a una escalada entre las Fuerzas de Defensa de Israel y facciones militantes palestinas en Cisjordania ocupada ha llegado a un punto crítico esta semana. Israel llevó a cabo su mayor operación terrestre y aérea en la región desde el inicio de la guerra en Gaza, matando a decenas de militantes. Hamás instó a los palestinos de Cisjordania a levantarse contra Israel, mientras que la Autoridad Palestina, liderada por Mahmud Abbas, condenó las incursiones israelíes. Se reportan tensiones crecientes entre milicias palestinas respaldadas por Irán y colonos israelíes en Cisjordania. Expertos advierten sobre el riesgo de una escalada en la región. Israel acusa a Irán de financiar actividades terroristas en Cisjordania, mientras que analistas indican que una guerra en la zona sería diferente y peligrosa para ambas partes. La situación actual se describe como una nueva normalidad de violencia persistente en la región.

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El temor a una escalada entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las facciones militantes palestinas en la Cisjordania ocupada ha alcanzado un nuevo punto álgido esta semana.

En su mayor operación terrestre y aérea en Cisjordania desde que comenzó la guerra en la Franja de Gaza hace casi 11 meses, Israel confirmó el viernes que había matado a decenas de militantes.

Mientras tanto, Hamás, la organización militante islamista que perpetró los ataques del 7 de octubre que desencadenaron el actual conflicto en Gaza, ha pedido a los palestinos de Cisjordania que se levanten contra Israel.

Hasta ahora, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha condenado las incursiones israelíes, y no se espera que sus fuerzas hagan caso del llamamiento de Hamás.

La Autoridad Palestina, que gobierna oficialmente Cisjordania, carece de ejército permanente y coopera en parte con Israel. Sin embargo, los miembros de las dos milicias más grandes de Cisjordania, la Yihad Islámica Palestina y Hamás, respaldadas por Irán, ambas catalogadas por muchos países como organizaciones terroristas, podrían mostrarse dispuestas a llevar a cabo más atentados.

“El riesgo de una gran escalada en Cisjordania está aumentando sin duda y parece mucho más probable ahora que desde el 7 de octubre”, declaró a DW Neil Quilliam, miembro asociado del programa sobre Oriente Medio y el Norte de África del grupo de expertos Chatham House, con sede en Londres.

Desde el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre, en el que murieron unas 1.200 personas y más de 250 fueron secuestradas, las consiguientes operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza han causado casi 41.000 muertes, según las autoridades sanitarias dirigidas por Hamás, que no distinguen entre civiles y combatientes.

Milicias cada vez más populares

En Cisjordania ocupada viven unos 3 millones de palestinos. Aunque la Autoridad Palestina administra oficialmente la región desde Ramala, la capital de Cisjordania, los analistas coinciden ampliamente en que Hamás y la Yihad Islámica, así como sus milicias afiliadas, son quienes dirigen los campos de refugiados cercanos a Yenín, Nablús y Tulkarm, en el norte.

Estos lugares son el centro de la actual ofensiva israelí, ya que al menos 150 atentados con armas y explosivos se originaron allí desde octubre de 2023, según el ejército israelí.

“En estos campos de refugiados no hay fe en la diplomacia, no hay fe en la Autoridad Palestina, no hay fe en la posibilidad de que surja una solución de dos Estados ni ninguna alternativa”, declaró a DW Nathan Brown, profesor de Ciencias Políticas y Asuntos Internacionales de la Universidad George Washington.

En opinión de Brown, la combinación de todos estos factores ha conducido a la desesperación política, y añadió que la situación se ha agravado aún más por el constante flujo de violencia de Israel en Cisjordania.

Desde octubre de 2023, israelíes han matado al menos a 652 palestinos en Cisjordania, según el ministerio de Salud palestino. Estas cifras se asemejan a las de un recuento reciente de las Naciones Unidas.

Algunos de los 600.000 colonos israelíes que viven en asentamientos considerados ilegales por el derecho internacional han tomado las armas y atacado cada vez más a civiles palestinos en Cisjordania desde el 7 de octubre.

B’Tselem, ONG que documenta la violencia de los colonos israelíes en los territorios palestinos, concluyó recientemente que los colonos han obligado al menos a 18 comunidades palestinas -más de 1.000 personas- a huir de sus hogares desde octubre.

Un exhaustivo trabajo de investigación realizado por la organización independiente Armed Conflict Location and Event Data (ACLED), concluyó que las redadas israelíes y el empeoramiento de las condiciones económicas también han empujado a más jóvenes a los brazos de las milicias respaldadas por Irán.

Brown coincide. “Especialmente para algunos palestinos más jóvenes, éste se ha convertido en el momento de actuar”, afirmó.

Sin embargo, aunque los autores observan un aumento de la cooperación entre milicias de distintas afiliaciones, consideran poco probable que las distintas milicias estén dispuestas a unir sus fuerzas plenamente.

“Los grupos militantes de Cisjordania siguen estando poco organizados y mal entrenados”, escribieron.

Sin embargo, en opinión de Israel, estas milicias cuentan cada vez más con el apoyo del archienemigo de Israel, Irán, que también respalda a Hamás en la Franja de Gaza y a Hezbolá en Líbano.

La influencia de Irán en Cisjordania

Esta semana, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, declaró que la actual ofensiva en Cisjordania es necesaria para impedir atentados contra israelíes, pero también para frenar la influencia de Irán.

En su opinión, Cisjordania está a punto de convertirse en un foco de actividad para Irán, que pretende financiar y armar a terroristas y traficar con armas avanzadas. Katz también acusó a Irán de desestabilizar Jordania estableciendo un “frente terrorista oriental”, que incluye el contrabando de drogas. Jordania, sin embargo, ha rechazado estas acusaciones.

Sin embargo, Fabian Hinz, analista militar y de defensa del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, declaró a DW que la creación de algún tipo de resistencia armada en Cisjordania ha sido una prioridad iraní durante años.

“El contrabando de drogas de Siria a Jordania está floreciendo actualmente, y los iraníes están muy contentos de utilizar las redes privadas de contrabando existentes desde Siria a Cisjordania a través de Jordania”, explicó Hinz.

Sin embargo, también afirmó que es muy difícil calcular cuántas armas se han introducido con éxito de contrabando en Cisjordania. “Lo que hemos visto hasta ahora en Cisjordania son principalmente armas pequeñas, fusiles de asalto y subfusiles”, dijo.

“Lo que aún no he visto son las armas más potentes de que se dispone en Gaza, como misiles de mayor alcance o misiles antitanque”.

Una guerra en Cisjordania sería “muy diferente”

Quilliam, miembro asociado de Chatham House, se hace eco de esta opinión. “Una guerra en Cisjordania sería muy diferente a la de Gaza”.

“Israel tendría dificultades para contener un conflicto importante en Cisjordania, y pondría en peligro a los civiles israelíes en los centros de población, algo que la guerra de Gaza apenas ha hecho desde el 8 de octubre”, declaró a DW.

A su vez, considera que Israel se mostraría “receloso a la hora de desplegar una gran presencia militar y, de hecho, reocupar el territorio, ya que el coste en términos políticos, de seguridad y humanos sería muy elevado”.

Nathan Brown coincide. También él considera mucho más probable que persista un nivel de violencia dentro de Cisjordania en el que los palestinos, en pequeños grupos, intenten organizarse contra Israel, y los israelíes. “Lo que estamos presenciando ahora podría llamarse la nueva normalidad”, declaró Brown a DW.