Los talibanes iniciaron el miércoles las celebraciones del tercer aniversario de su regreso al poder en Afganistán. El grupo fundamentalista islámico controla el país desde que el Gobierno respaldado por Estados Unidos se derrumbó en agosto de 2021 y sus líderes huyeron al exilio.
Este miércoles, la Antigua base militar estadounidense de Bagram fue escenario de discursos y un desfile militar.
Hasta ahora, ningún país ha reconocido oficialmente al Gobierno de los talibanes. Sin embargo, el grupo ha conseguido establecer lazos diplomáticos de facto con varios países, entre ellos Rusia, China, Pakistán, India y algunos Estados de Asia Central.
“Aislamiento mundial”
Zabiullah Mujahid, portavoz de los talibanes, dijo a DW que el grupo mantiene “muy buenas relaciones con todos los países del mundo”. Aludió a una reunión con los talibanes liderada por la ONU en la capital qatarí, Doha, en julio, como prueba de que “Afganistán ha salido del aislamiento mundial”.
Sin embargo, un representante de la ONU indicó en su momento que no se trataba de reconocer a los talibanes, sino de debatir cómo lograr una paz sostenible, la adhesión al derecho internacional y los derechos humanos, entre otras cosas. Aun así, hubo críticas a la ONU por no incluir a mujeres afganas en la reunión de Doha.
De hecho, el trato dado a las mujeres y niñas por el grupo fundamentalista islámico en los últimos tres años ha sido un punto de fricción clave entre los talibanes y la comunidad internacional.
“Apartheid de género”
Desde que tomaron el poder, los talibanes han echado por tierra los avances logrados en las dos décadas anteriores en materia de derechos de la mujer.
Han desterrado a mujeres y niñas de casi todos los ámbitos de la vida pública, prohibiendo a las chicas asistir a la escuela más allá del sexto grado. Incluso han ordenado el cierre de salones de belleza y han prohibido a las mujeres ir a gimnasios y parques, o salir sin un acompañante varón.
En un decreto promulgado en mayo de 2022, también se instó a las mujeres a usar burkas de cuerpo entero, que sólo permitan ver sus ojos.
La ONU ha calificado las políticas talibanes de “apartheid de género”.
Ni reconocimiento, ni legitimidad
“El Gobierno talibán ha adoptado las políticas más duras contra las mujeres, los activistas de derechos humanos, los exmilitares y los grupos étnicos de Afganistán”, dice a DW Mustafá Mudassir, experto afgano en relaciones internacionales. Añade que el Gobierno talibán carece no sólo de reconocimiento internacional, sino también de legitimidad interna.
En este último punto, hace hincapié también Arian Sharifi, profesor de la Universidad de Princeton y exfuncionario del anterior Gobierno afgano. “El pueblo afgano quiere una forma de gobierno basada en el Estado de derecho y la ley debe reflejar la voluntad colectiva de la nación”, subraya Sharifi a DW.
Problemas económicos y humanitarios
La situación en Afganistán sigue siendo grave. Aunque los temores iniciales de violencia generalizada se han disipado, el país se enfrenta a multitud de retos, desde una economía paralizada y una educación restringida, hasta los continuos atropellos de derechos humanos.
La economía afgana, ya frágil antes de la llegada al poder de los talibanes, ha sufrido un duro golpe. Las sanciones internacionales, unidas al éxodo de profesionales cualificados, han sumido al país en una profunda recesión.
Según la ONU, en 2024, más de la mitad de la población del país necesitará ayuda humanitaria. Y los más vulnerables de la sociedad -mujeres y niños- son los que se están llevando la peor parte.