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El partido del presidente de Siria, Bashar al Assad, obtuvo la victoria en las elecciones parlamentarias celebradas en las zonas controladas por las autoridades sirias, con su coalición Frente Nacional Progresista liderada por el Baaz asegurando 185 escaños de los 250 de la Asamblea Popular, incluyendo 169 para el partido del mandatario. A pesar de una tasa de participación del 38,16%, la ausencia de opositores y la represión de libertades básicas suscitan críticas internacionales sobre la legitimidad de los comicios, que se llevaron a cabo bajo supervisión judicial. Este resultado refuerza la mayoría que el partido Baaz mantiene en el Parlamento desde 1973, en medio de una guerra civil que ha dejado millones de desplazados y refugiados.

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El partido del presidente de Siria, Bashar al Assad, ganó las elecciones parlamentarias celebradas el lunes en las zonas controladas por las autoridades sirias en unos comicios marcados por la ausencia de opositores tras más de trece años de guerra civil en el país asiático.

El Alto Comité Judicial para las Elecciones anunció este jueves que los candidatos de la coalición Frente Nacional Progresista, liderada por el Baaz, obtuvieron un total de 185 escaños en la Asamblea Popular siria, formada por 250 miembros, incluyendo 169 para el partido del presidente sirio.

Los 65 escaños restantes han quedado repartidos entre candidatos calificados como independientes. En estas elecciones parlamentarias la tasa de participación ha alcanzado el 38,16%, según ha recogido la agencia de noticias SANA.

El presidente del organismo, Yihad Murad, señaló que las elecciones se han llevado a cabo “bajo total supervisión judicial”, desde la nominación hasta el anuncio de los resultados electorales. Asimismo, aseguró que el objetivo ha sido tomar las medidas necesarias para garantizar la libertad de los votantes.

Los resultados de las elecciones de 2020 concedieron 166 escaños al partido del mandatario, lo que supuso cerca de dos tercios del total, a los que sumó 17 en posesión de partidos aliados. Por su parte, 67 candidatos independientes lograron asientos en la Asamblea Popular libia.

La votación tuvo lugar en un contexto de conflicto, con millones de sirios desplazados a nivel interno o refugiados en el extranjero, si bien las líneas de frente no han registrado cambios importantes durante los últimos años, con el noroeste en manos de grupos islamistas rebeldes y el noreste bajo control kurdo.

Además, la ausencia de figuras opositoras y la represión de las libertades básicas de la población impiden que la comunidad internacional vaya a considerar estos comicios como libres o justos. Esto, ya que tal y como se pronosticaba, el Baaz mantendrá la mayoría de la que disfruta en el Parlamento desde 1973.