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El Gobierno israelí defendió ante la Corte Internacional de Justicia que en Gaza no hay un genocidio, sino una guerra en curso, acusando a Sudáfrica de tener un motivo ulterior al buscar un alto el fuego para favorecer a Hamás. El agente de Israel advirtió a la CIJ de no involucrarse en la microgestión del conflicto armado y resaltó que Israel tiene mecanismos para abordar cualquier denuncia de mala conducta de sus fuerzas armadas. Además, destacó que no todos los informes de los medios reflejan los hechos correctamente y criticó a Pretoria por basar sus acusaciones en incidentes individuales sin un examen adecuado.

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El Gobierno israelí aseguró este viernes ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que hay “una guerra trágica en curso, pero no un genocidio” en Gaza, y acusó a Sudáfrica de tener “un claro motivo ulterior” al pedir un alto el fuego en la Franja porque busca, dijo Israel, “obtener ventaja militar para su aliado, Hamás, al que no desear ver derrotado”.

En una intervención ante la CIJ, el agente de Israel, Gilad Noam, advirtió de que este tribunal, máximo órgano judicial de la ONU, “corre el peligro” de verse “involucrado en la micro-gestión de aspectos operacionales de un conflicto armado” si emite medidas cautelares adicionales exigiendo a Israel pasos para evitar violar la Convención sobre el Genocidio.

“Sudáfrica tiene un claro motivo ulterior cuando le pide (a la CIJ) que exija a Israel mantenerse alejado de Rafah y retirar todas sus tropas de Gaza. Lo hace para obtener ventaja militar para su aliado, Hamás, a quien no desea ver derrotado”, aseguró Noam.

Según Israel, Sudáfrica recibió hace seis días en Johannesburgo a una delegación del grupo palestino para “continuar su campaña contra Israel”, y “no utilizó la reunión para instar a Hamás a liberar a los rehenes, dejar de atacar a civiles israelíes, cesar el uso de escudos humanos, y dejar de operar desde y cerca de hospitales, instalaciones de la ONU y otros sitios protegidos”.

“Sudáfrica desea ver a Hamás mantener el control de los palestinos en Gaza y condenarlos a la miseria. Es Israel quien desea ver un futuro diferente para Gaza”, aseguró Noam.

No obstante, justificó, “como es el caso en todos los conflictos armados, pueden ocurrir incidentes que involucren presuntas violaciones de las normas que regulan” las hostilidades y consideró esto una “realidad que no es única de Israel” porque “ningún Estado es infalible”.

“El sistema legal independiente y robusto de Israel ya aborda todas las denuncias de mala conducta”, prometió.

Además, subrayó que “conflicto armado no es sinónimo de genocidio” y consideró que Pretoria mencionó durante su presentación ayer, en la que acusó a Israel de tener una intención genocida contra los palestinos de Gaza, solo “algunos incidentes individuales reportados en los medios” y lo hizo como si fueran “evidencias de políticas ilegales”.

Pero, añadió Noam, “los incidentes excepcionales son solo eso, excepcionales” y “no evidencian una política de comportamiento ilegal, mucho menos una política de genocidio” y tampoco deberían considerar “hechos” sin “un examen adecuado”.

“No todos los informes de los medios reflejan los hechos o incidentes correctamente o en su contexto completo”, señaló Noam, quien aseguró que Israel tiene “los mecanismos necesarios” para investigar las acusaciones de “mala conducta” de sus fuerzas armadas y “garantizar la rendición de cuentas”.

Israel contestó hoy a los argumentos presentados ayer por Sudáfrica, quien acusó a Israel de violar la Convención sobre el Genocidió y solicitó medidas cautelares adicionales ante la ofensiva militar israelí en la ciudad de Rafah, el extremo sur de Gaza, desde donde han huido ya al menos 450.000 gazatíes.