El Ejército de Israel confirmó este miércoles nuevos bombardeos en el norte de la Franja de Gaza, tanto en el campamento de refugiados de Yabalia como en la devastada ciudad de Gaza, además de ataques en el este de Rafah, de cuya ciudad ya han huido unas 450.000 personas, según la ONU.
Desde la noche del martes, las fuerzas de seguridad comenzaron ataques contra milicianos e infraestructura en el centro del campamento de Yabalia, según detalló ayer el portavoz castrense, el contraalmirante Daniel Hagari, y más de 80 hombres armados han sido abatidos desde el domingo.
Israel ocupó este campamento de refugiados el sábado por la noche, uno de los primeros lugares asaltados el pasado mes de octubre con el inicio de la ofensiva y que más han castigado las tropas.
Según Hagari, más de 150 hombres armados han muerto también en el norteño barrio de Zeitun, en la ciudad de Gaza, donde Israel inició por tercera vez una nueva ofensiva terrestre la semana pasada, después de que milicianos de Hamás lograran reagruparse.
“La Brigada Nahal concluyó su actividad operativa en el área de Zeitun y comenzó los preparativos para actividades adicionales en la Franja de Gaza. Las operaciones en esta área las continúa ahora el equipo de Combate de la 2.ª”, detallan en la nota.
“Diez palestinos murieron en el barrio de Al Sabra, de la ciudad (de Gaza), después de que aviones israelíes atacaran una clínica administrada por la ONU”, denunció hoy el canal catarí Al Jazeera, prohibido en Israel.
Al menos cuatro gazatíes fallecieron también en el bombardeo de Israel en Yabalia contra una vivienda familiar, y otros cinco murieron en ataques aéreos contra el campamento de refugiados de Bureij, en el centro del enclave palestino, según fuentes médicas y la agencia palestina Wafa.
En el sur, el Ejército israelí anunció hoy nuevos ataques en el este de Rafah, además de haber atacado un supuesto centro de entrenamiento, donde aseguró haber eliminado a milicianos en “combates cuerpo a cuerpo” y localizado armas y equipos.
Según Wafa, los barrios de Al Salam, Al Jeneina y Al Barazil, al este de la ciudad de Rafah, fueron objeto de bombardeos de artillería que causaron una destrucción generalizada de viviendas y propiedades de los ciudadanos.
Desde el inicio de esta guerra en la Franja de Gaza, hace más de siete meses, más de 35.100 palestinos han muerto y otros 79.000 han resultados heridos, según cifras de ayer del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. Además, unas tres cuartas partes de la población ha sido forzosamente desplazada y persiste la escasez de alimento y agua potable.