El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, manifestó este domingo al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, el “férreo compromiso” de EEUU con la seguridad de Israel, pero dejó clara su oposición a una operación militar terrestre en Rafah, en la Franja de Gaza.
Durante la llamada de Blinken a Gallant abordaron la situación en la Franja de Gaza, “los esfuerzos en curso para asegurar la liberación de los rehenes” y el objetivo compartido de derrotar a Hamás, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
No obstante, el secretario de Estado de EEUU reafirmó la “oposición de Estados Unidos a una importante operación militar terrestre” en el área sureña de Rafah, donde se han refugiado más de un millón de personas.
Blinken subrayó la necesidad imperiosa de “proteger a los civiles y a los trabajadores humanitarios” en Gaza, e instó a Gallant a “garantizar” que la asistencia humanitaria pueda llegar a Gaza y ser distribuida, mientras Israel persigue a Hamás.
Cuando los muertos en Gaza han superado ya los 35.000, la situación en la ciudad sureña de Rafah, convertida en el último refugio para los gazatíes, cada vez es más crítica después de que este fin de semana el Ejército impusiera nuevos desplazamientos forzosos para una población que no tiene a dónde ir.
“Una y otra vez, el éxodo continúa. Las autoridades israelíes están obligando a la población de Rafah a huir a cualquier parte; la afirmación de zonas seguras es falsa y engañosa. No hay ningún lugar seguro en Gaza”, denunció este domingo en su cuenta de X el comisionado de la organización de la ONU para los Refugiados Palestinos, Philippe Lazzarini, (Unrwa).
Al mismo tiempo, Israel sigue manteniendo cerrado el paso de Rafah, crucial para la entrada de ayuda humanitaria y por donde los enfermos crónicos y los heridos salían para ser tratados, aunque este lunes anunció la apertura de un paso nuevo en el norte de la Franja.