La mayoría de los cadáveres todavía no han sido identificados, según las autoridades, que organizaron este jueves una rueda de prensa para compartir los últimos datos sobre las exhumaciones. Además entre los cuerpos habría una veintena con indicios de haber sido enterrados vivos, según informó hoy la cadena catarí Al Yazira, presente en la rueda de prensa.
En su primera reacción a las noticias de la primera fosa común descubiertas en Jan Yunis el pasado viernes, un portavoz militar, Nadav Shoshani, dijo ayer que la fosa en cuestión había sido cavada por ciudadanos gazatíes hace un mes, y que Israel no estaba involucrado.
“Cualquier intento de culpar a Israel de enterrar a civiles en fosas comunes es categóricamente falso y un mero ejemplo de una campaña de desinformación dirigida a deslegitimar a Israel”, dijo el portavoz en un comunicado.
El Ejército israelí sí ha admitido “examinar” cuerpos enterrados en los patios del hospital Naser en búsqueda de posibles rehenes israelíes muertos. Durante el asedio israelí de este hospital, personal médico y pacientes se vieron forzados a enterrar a algunos fallecidos en los patios, al no poder abandonar la instalación por miedo a la artillería israelí.
Pero entre los centenares de cadáveres hallados hay niños, mujeres y también cadáveres con las manos atadas y sondas todavía ligadas a sus cuerpos.
Las escenas recuerdan a lo sucedido en el hospital Al Shifa, el más importante de la Franja ubicado en el norte del enclave, que quedó totalmente fuera de servicio tras un asedio israelí de dos semanas a finales de marzo. Tras la salida de las tropas israelíes el 1 de abril, las autoridades gazatíes descubrieron una fosa común con una decena de cuerpos enterrados, entre los que había pacientes, mujeres y ancianos.
En total, se recuperaron unos 400 cuerpos dentro del perímetro del hospital y alrededores en los días posteriores a la salida de las tropas.
El Ejército israelí se retiró de Jan Yunis durante la madrugada del 7 de abril, tras cuatro meses de combates y bombardeos en esta zona, también contra viviendas y población civil en los que murieron familias enteras gazatíes.