La cumbre de los ministros de Exteriores del G7 en la isla italiana de Capri concluyó este viernes con un llamamiento tajante a la distensión entre Irán e Israel, pero sin la imposición de nuevas sanciones al régimen de los ayatolás, solo con su amenaza en caso de no contribuir a la estabilización regional.
“Hemos condenado el reciente ataque de Irán contra Israel. El G7 respalda la seguridad de Israel, pero invitamos a todas las partes a evitar una escalada”, resumió en la rueda de prensa final el ministro anfitrión, Antonio Tajani.
El cónclave diplomático ha tenido lugar en la idílica Capri, mientras las tensiones seguían sacudiendo el planeta. “Es un lugar muy bonito, pero el mundo no es así”, resumió el Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.
Su final, de hecho, fue precedido por el bombardeo presumiblemente israelí de Irán, en respuesta a los misiles iraníes de hace una semana, represalia a su vez al ataque a su consulado en Damasco y con la guerra en Gaza siempre como dramático telón de fondo.
Los ministros del G7 -Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido- emplazaron a Teherán a “cesar su relación” con la milicia palestina de Hamás o la libanesa Hezbolá.
Y, aunque habían avanzado su intención de estudiar nuevas sanciones a los ayatolás, su voluntad quedó únicamente en palabras plasmadas en un documento final.
“Exigimos que Irán y sus grupos afiliados cesen sus ataques. Consideraremos al gobierno iraní responsable de sus acciones maliciosas y desestabilizadoras y estamos dispuestos a adoptar nuevas sanciones o tomar otras medidas”, advirtieron.
El bloque también reivindicó su compromiso a favor del alto el fuego “inmediato y sostenible” en la Franja de Gaza para obtener así la liberación de los rehenes aún en manos de los islamistas de Hamás tras el ataque del 7 de octubre, que desató el conflicto.
Asimismo, el G7 rechazó cualquier ofensiva en la localidad gazatí de Rafah.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aseguró que su país “no está implicado en operaciones ofensivas”, en relación con las explosiones registradas esta madrugada en Irán, y destacó su compromiso con la defensa de Israel.
Y, en su comparecencia, culpó directamente a Hamás del desastre en Gaza: “El mundo necesita saber que lo único que se interpone entre la población de Gaza y el alto el fuego es Hamás. Ellos han rechazado propuestas generosas de Israel”, aseveró.