El acuerdo parece dejar ganancias a todos: Israel gana un aliado poderoso frente a Irán, Arabia Saudita obtiene apoyo militar y nuclear de EEUU, y EEUU limita la influencia de China en la región. Sin embargo, la resistencia de los aliados de extrema derecha de Netanyahu y parte de la población son un escollo a sortear.

Estados Unidos se encuentra ad portas de lograr un acuerdo histórico para Medio Oriente, según el cual Israel finalmente reconocerá la existencia de un estado libre Palestino, a cambio de que Arabia Saudita, a su vez, reconozca la existencia del estado judío.

La información fue revelada en exclusiva por el diario Wall Street Journal (WSJ), citando como fuente a representantes diplomáticos estadounidenses y saudíes. El acuerdo daría un fuerte empuje a la administración Biden, en un momento donde el presidente demócrata se juega punto a punto su popularidad en las encuestas frente a Donald Trump, en año de elecciones.

Para Israel, obtener el reconocimiento oficial saudí sería un hito largamente ansiado, considerando que establecer relaciones diplomáticas con el país más poderoso de Medio Oriente mejoraría sus defensas frente a potenciales agresiones de Irán, un enemigo en común de ambos.

A cambio, Estados Unidos ofreció a Arabia Saudita una relación militar formal con Washington, la entrega de infraestructura para el uso de energía nuclear para fines civiles, y su propio compromiso de que Israel reconozca a Palestina.

Según las fuentes consultadas por el matutino, el acuerdo se encuentra en sus etapas finales de negociación, aunque siempre con el escollo de convencer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien a su vez debe soportar la presión de sus aliados de extrema derecha en el gobierno e incluso de buena parte de población israelí, que se niega a reconocer un estado palestino tras los ataques de Hamas del pasado 7 de octubre.

Hacia una salida de Israel de Gaza

Sin embargo existen varias señales de que las conversaciones podrían prosperar. Por ejemplo, los oficiales saudíes aseguraron a EEUU que están dispuestos a aceptar un “compromiso verbal” de que Israel iniciará conversaciones con su contraparte palestina, para satisfacer este punto.

Y en una postura más pragmática, el acuerdo permitiría una estrategia de salida para Israel de Gaza una vez que el conflicto armado termine, considerando que los hebreos no pueden mantener esta zona permanentemente militarizada. De hecho, las conversaciones establecen que Palestina debería ser ocupada por tropas de otras naciones árabes, para ayudar en su reconstrucción y seguridad.

Para EEUU la ganancia no sólo es en cuanto a imagen. Estrechar vínculos entre Israel y Arabia Saudita significaría alejar de la zona la influencia de China, dejando a Irán cada vez más aislado.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ofreció señales en marzo sobre las conversaciones que ya estaba sosteniendo con la corona saudí, durante un viaje a la ciudad de Jeddah.

“El progreso (en lograr acuerdos) es muy bueno. No voy a poner una fecha, pero creo que nos estamos acercando mucho al punto en que tendremos un acuerdo”, expresó en la ocasión.

Los representantes árabes aseguraron que les sería “más fácil” redactar su parte del borrador del acuerdo si Israel pacta un cese al fuego temporal en Gaza, sin embargo las negociaciones en este sentido o para convencer a Hamas de liberar rehenes israelíes se encuentran suspendidas por el momento.