La situación es grave en la Franja de Gaza, pero no solamente por la guerra armada que afecta principalmente a civiles, sino que además por sus consecuencias. Una de ellas es el hambre, la que viene de la mano con la desnutrición y, en los peores casos, la muerte.
Cuatro niños murieron por deshidratación y desnutrición en las últimas 24 horas en el Hospital Kamal Adwan, uno de los pocos que aún operaba bajo mínimos en el norte de la Franja de Gaza.
“El hospital estará fuera de servicio debido a la falta de combustible a partir de hoy. Exigimos una intervención urgente que nos proporcione combustible para reiniciar el hospital”, dijeron las autoridades.
“Pasa que el cese de sus funciones privará a miles de personas de su derecho a obtener servicios médicos”, indicó el hospital Kamal Adwana través de un comunicado.
“Las operaciones quirúrgicas en el hospital se han detenido por completo”, precisó, al denunciar que “cuatro niños murieron en el hospital en los últimos días debido a desnutrición y deshidratación”.
Dos de esos niños fallecieron ayer y el resto este miércoles, pero no son los únicos casos, ya que ocurrió días antes y se espera que siga ocurriendo, al menos hasta que se declare un alta al fuego.
Además, otros siete “se encuentran en grave peligro como consecuencia de la deshidratación y la desnutrición” en el mismo hospital, aseguró el Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por el ala política de Hamás.
Situación crítica en los hospitales de Gaza
El hospital Kamal Adwana, que fue asediado y atacado en diciembre pasado por el Ejército israelí, se une a una larga lista de centros médicos de la Franja que no pueden hacer frente al colosal número de heridos y enfermos que ha dejado la guerra.
Lo anterior ya sea por la destrucción de sus instalaciones o por el corte de electricidad, falta de suministros médicos, agua potable o alimentos.
El Hospital Al Awda, ubicado en la ciudad de Jabalia, en el norte de la Franja, también anunció este miércoles la suspensión total de todos sus servicios debido a la grave escasez de combustible y suministros médicos, informó la agencia oficial de noticias palestina, Wafa.
Argumentando que el grupo islamista Hamás utiliza infraestructuras civiles para realizar sus operaciones bélicas, el Ejército ha atacado numerosos hospitales, incluso el Al Shifa.
Esto, incluso a pesar de que numerosos heridos, enfermos, desplazados y personal médico se encontraban en su interior.
El cese de las operaciones del hospital Kamal Adwan “agrava la situación sanitaria y humanitaria de nuestro pueblo en el norte de la Franja de Gaza, que provocó el martirio de muchos pacientes por falta de atención médica y medicamentos”, consideró Hamás, que gobierna de facto la Franja de Gaza, en un comunicado.
Además, “el martirio de cuatro niños en el hospital por desnutrición y deshidratación es un fracaso internacional para proteger a la humanidad de la criminalidad de la entidad sionista”, añadió.
Lo anterior, al acusar a Israel de cometer un “crimen de genocidio y limpieza étnica” contra los palestinos.
Gazatíes arrinconados en Rafah
Según el grupo islámico, unos 700.000 gazatíes -de una población total de más de dos millones de personas- se encuentran en el norte de la Franja, donde la crisis humanitaria es aún más grave que en el resto del enclave, por el difícil acceso para el transporte de suministros y los continuos combates.
Una fuente en Gaza dijo a EFE que este miércoles, por primera vez desde que estalló la guerra el 7 de octubre de 2023, un avión -aparentemente jordano- lanzó desde el aire paquetes con ayuda humanitaria cerca del hospital Indonesia, en Jabalia.
En 145 días de guerra, la ofensiva por aire, tierra y mar de Israel ha dejado en la Franja de Gaza 29.954 muertos, 70.325 heridos y cerca de 8.000 desaparecidos bajo los escombros y otros lugares inaccesibles.
Entre los muertos se cuentan más de 346 miembros del personal médico y un total de 155 instituciones de salud han sido destruidas parcial o completamente.
Todo este caos provocó el cierre de 32 hospitales y 53 centros de atención de salud de Gaza, mientras 126 ambulancias dejaron de funcionar.
En tanto, la taza de ocupación de los pocos hospitales que siguen funcionando bajo mínimos es del 275%, mientras que la de las camas de cuidados intensivos es del 217%.