Soldados israelíes asaltaron este jueves al Hospital Naser de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y forzaron a parte de las personas que aún se hallaban a su interior a abandonarlo, denunció el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
“La ocupación israelí asalta el Complejo Médico Naser y lo convierte en un cuartel militar tras demoler su muro sur”, informó el portavoz de Sanidad, Ashraf Al Qudra, quien agregó que el Ejército también atacó el departamento de las ambulancias y tiendas de campaña de desplazados internos en el recinto médico.
“Al amanecer de hoy y bajo bombardeos”, los soldados impusieron “por la fuerza” la evacuación de parte de desplazados y familiares del personal médico que permanecían en el centro, indicó.
También ordenaron a los equipos médicos el traslado de todos los pacientes, “incluidos los de cuidados intensivos y pediatría”, a moverse a un edificio concreto del hospital, tarea casi imposible para seis enfermos que requieren respiración asistida.
Horas antes, en pleno asedio del centro, un palestino murió y varios resultaron heridos en un ataque israelí al hospital.
Desde hace más de 25 días, las autoridades sanitarias denuncian el cerco de las fuerzas israelíes entorno al Naser, y el pasado martes el Ejército ordenó la evacuación de 10.000 gazatíes que se refugiaban en el recinto médico.
Según Sanidad, hasta hoy seguían unos 1.500 desplazados en el hospital, donde la situación es “catastrófica”, además de unos 190 miembros del personal sanitario y unos 300 familiares suyos.
Entre los enfermos ingresados, “hay 273 pacientes que no pueden moverse”, 18 de los cuales están en cuidados intensivos y 35 en diálisis, lo que dificultaba su evacuación ante la orden israelí.
Asimismo, las aguas residuales están inundando el servicio de urgencias y los desechos médicos y no médicos se acumulan en los departamentos y patios del complejo, según Sanidad.
Los congregados dentro del recinto también se quedaron sin agua potable o comida, y casi no había fármacos ni suministros médicos “para cuidados intensivos, operaciones o emergencias”.
El Hospital Naser es el mayor centro médico en el sur de Gaza, donde las tropas israelíes llevan a cabo una ofensiva terrestre desde inicios de diciembre, que también implicó el asedio al otro hospital de la ciudad, el Al Amal, donde más de 8.000 personas ya fueron evacuadas la semana pasada.
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que el martes una excavadora militar israelí “destruyó la puerta norte del recinto hospitalario y ordenó a los desplazados que salieran por ella”.
De acuerdo con MSF, las tropas permitieron al personal médico y pacientes de permanecer en el hospital, “con límite de un cuidador por paciente”, mientras personal de la ONG “sigue en el edificio y continúa tratando a los pacientes en condiciones casi imposibles”.
“Tras semanas de intensos combates cerca del Hospital Naser, el personal médico, los pacientes y los desplazados se encontraron atrapados en el recinto con muy poco acceso a suministros básicos”, denuncia MSF.
Según la ONG, “en los últimos días al menos cinco personas han muerto y otras diez resultaron heridas por disparos directos al hospital”.
“La gente se vio forzada a una situación imposible: seguir en el hospital en contra de las órdenes del Ejército y convertirse en objetivo potencial o salir del recinto a un paisaje apocalíptico”, señala MSF sobre los desplazados, que están “sin lugar a donde ir”.