El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, afirmó en un comunicado que tomó “la decisión de rescindir inmediatamente los contratos de estos miembros del personal e iniciar una investigación para establecer la verdad sin demora”, así como “para proteger la capacidad de la Agencia de prestar asistencia humanitaria” en la Franja de Gaza.
En la nota, Lazzarini apuntó que esta situación se da después de que “las autoridades israelíes proporcionaran a la UNRWA información sobre la presunta participación de varios empleados de la UNRWA en los horribles ataques contra Israel el 7 de octubre”.
“Cualquier empleado de la UNRWA que haya estado involucrado en actos de terrorismo deberá rendir cuentas, incluso mediante un proceso penal”, añadió el máximo representante de la Agencia, sin especificar cuántos trabajadores están implicados ni los actos que Israel les atribuye o su supuesta vinculación con el grupo islamista Hamás.
Ante estas acusaciones vertidas por Israel contra miembros de la UNRWA, Lazzarini reiteró, en nombre de su organización, su condena en “los términos más enérgicos posibles de los abominables ataques del 7 de octubre” y pidió la liberación “inmediata e incondicional” de todos los rehenes israelíes y su regreso seguro con sus familias.
“Estas impactantes acusaciones se producen cuando más de dos millones de personas en Gaza dependen de la asistencia vital que la Agencia ha estado brindando desde que comenzó la guerra”, apuntó.
Para el comisionado general de la UNRWA, “cualquiera que traicione los valores fundamentales de las Naciones Unidas también traiciona a aquellos a quienes servimos en Gaza, en toda la región y en otras partes del mundo”.
El número de víctimas de la guerra en la Franja de Gaza ha aumentado a 26.083 muertos y 64.487 heridos desde que comenzó la escalada entre Israel y el grupo islamista Hamás el 7 de octubre, informó este viernes el Ministerio de Sanidad de Gaza.
La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con cientos de miles de personas viviendo a la intemperie bajo las lluvias y heladas del invierno, en medio de epidemias y el colapso de los hospitales, además de la persistente escasez de agua potable, alimentos, medicinas, combustible y energía.