Israel no gobernará la Franja de Gaza una vez que haya concluido la guerra contra el grupo islamista Hamás, sino que lo hará una institución palestina, aseguró este jueves el Ministerio de Defensa israelí, desafiando declaraciones del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
“Hamás no gobernará Gaza, Israel no gobernará a los civiles de Gaza. Los residentes de Gaza son palestinos, por lo que organismos palestinos estarán a cargo, con la condición de que no haya acciones hostiles o amenazas contra el Estado de Israel”, indica un comunicado de Defensa.
El parte, que no especifica qué instituciones palestinas tomarían el control del enclave, forma parte de un plan que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, presentará al gabinete de guerra antes de la próxima visita a Israel del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien realizará una gira en Oriente Medio para abordar el periodo de posguerra en Gaza.
Netanyahu ha asegurado en reiteradas ocasiones que no tiene intención de entregar el control de la Franja de Gaza a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, a través de su presidente Mahmud Abás.
“Mientras sea primer ministro de Israel, esto no sucederá”, afirmó en diciembre, al acusar a la ANP de financiar el “terrorismo”.
Incluso los miembros de la derecha más radical de la coalición de Netanyahu han abogado públicamente por impulsar la “emigración” de los gazatíes a otros países y que Israel retome la política de asentamientos colonos en el enclave, que desmanteló en 2005.
Pero el Ministerio de Defensa zanjó este jueves al asegurar que “no habrá presencia civil israelí en la Franja de Gaza”, aunque aparentemente Israel mantendrá el bloqueo por aire, tierra y mar que ejerce sobre el enclave desde 2007.
“Debido a requisitos de seguridad, Israel llevará a cabo la inspección de las mercancías que entren en la Franja de Gaza”, indicó el ministerio.
Además, Gallant prevé que un frente internacional, que incluya a Estados Unidos, países europeos y de Oriente Medio, “asumirá la responsabilidad de la rehabilitación de la Franja”.
Estados Unidos -principal socio de Israel y que ha apoyado al Estado judío incluso con el suministro de armas- quiere que la ANP tenga cierto control de Gaza una vez finalizada la guerra, y aboga por una solución de dos Estados al conflicto palestino-israelí.
Varios analistas consideran que Netanyahu se ha opuesto vehementemente a estas posturas para no provocar una ruptura con sus socios antiárabes de ultraderecha, fuerzas imprescindibles para mantener su coalición de gobierno.
La ANP, con acuerdos de cooperación con Israel basados en los Acuerdos de Oslo (1993-1995), perdió el control de Gaza en 2007, cuando Hamás tomó el poder por la fuerza.
La ANP ha afirmado que solo volverá a hacerse cargo de la administración del enclave en el marco de un proceso de paz con Israel que contemple la creación de un Estado palestino, con Jerusalén Este como capital y Cisjordania y Gaza como territorios constituyentes, algo que está muy lejos de la realidad actual.