El Ejército israelí informó este martes de que sus tropas tomaron el control de un bastión militar del grupo islamista Hamás en el norte de la Franja de Gaza y atacaron a una de sus células en un edificio junto a un hospital de la ciudad de Gaza.
“Durante el último día, las tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron un bastión militar perteneciente a la organización terrorista Hamas en el norte de la Franja de Gaza. Las tropas localizaron en el sitio misiles antitanque, lanzadores de proyectiles, armamento y diversos materiales de inteligencia”, anunció un portavoz militar.
“Además, las tropas de las FDI localizaron a varios terroristas de Hamás que se atrincheraron en un edificio adyacente al Hospital Al Quds y planeaban llevar a cabo un ataque contra las fuerzas desde allí. Los soldados de las FDI dirigieron un avión para atacar a los terroristas de Hamás. El ataque provocó importantes explosiones secundarias que indican la presencia de un depósito de armas de Hamás en una zona civil”, agregó el Ejército.
Durante la noche, además, las tropas llevaron a cabo ataques aéreos y desde el mar contra una serie de “células terroristas” de Hamás y distintos objetivos del grupo islamista en el enclave, incluyendo un grupo de milicianos que se preparaba para lanzar un misil antitanque.
Estos ataques coincidieron con la continuación de los bombardeos israelíes contra distintos puntos del enclave, incluyendo las localidades del sur hacia donde evacuó la población del norte Gaza, por orden del Ejército israelí.
Uno de los sitios atacados esta madrugada fue la ciudad de Rafah, en el extremo sur de la Franja y donde, según cifras difundidas por autoridades locales, 30 personas murieron en las últimas horas.
El 7 de octubre, Israel declaró la guerra al grupo islamista palestino Hamás después de que este perpetrara un masivo ataque en territorio israelí que dejó más de 1.400 muertos (la mayoría civiles), 5.400 heridos y al menos 241 secuestrados en Gaza.
Los ataques israelíes de represalia sobre el enclave palestino han dejado más de 10.000 muertos (incluyendo más de 4.000 niños), más de 25.400 heridos y unos 1,5 millones de desplazados, además de al menos 30 soldados israelíes fallecidos durante la ofensiva terrestre.