El Ejército israelí acusó este miércoles a Irán de haber ayudado “directamente” al grupo islamista palestino Hamás a llevar a cabo el ataque del pasado 7 de octubre contra Israel, que dejó 1.400 muertos y más de 200 secuestrados.
“Irán ayudó directamente a Hamás antes del ataque con entrenamiento militar, suministro de equipamiento y armas, información de inteligencia y fondos”, afirmó el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari, en una rueda de prensa.
Subrayó que la República Islámica todavía asiste al grupo palestino que controla la Franja de Gaza, facilitándole información de inteligencia y llevando a cabo ciberataques en distintas partes del mundo contra Israel.
Se trata de la acusación más concreta que ha hecho hasta el momento Israel contra Irán de estar prestando apoyo a Hamás. En los últimos días, las autoridades israelíes habían afirmado que Teherán estaba detrás del ataque del 7 de octubre, pero no habían precisado de qué manera.
Hagari agregó que cuando los aliados de Irán en Irak, el Yemen y el Líbano actúan es bajo las órdenes de Teherán y recordó que las tropas israelíes golpearon a cinco células “terroristas” libanesas en las últimas 24 horas, en referencia a la milicia chií libanesa Hezbolá.
Precisamente este miércoles se reunieron en Beirut dirigentes de los grupos islamistas palestinos Hamás y Yihad Islámica con el líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, cuyo grupo está respaldado por Irán.
Hezbolá explicó en un comunicado que en dicho encuentro “se acordó continuar con la coordinación y el seguimiento de los acontecimientos de forma diaria y permanente” y hablaron también sobre lo que “las partes del Eje de la Resistencia deben hacer en esta fase delicada para lograr una victoria real de la Resistencia en Gaza y Palestina”.
Este miércoles se cumple el decimonoveno día de guerra entre Israel y Hamás, donde en represalia por el ataque del pasado 7 de octubre, las fuerzas israelíes están bombardeando la Franja de Gaza, donde han ocasionado casi 5.800 fallecidos.
Un día después del inicio del asalto de Hamás en Israel, comenzó un intercambio de fuego en la frontera norte, con el Líbano, entre el Ejército israelí y Hezbolá, que vive su mayor momento de tensión desde 2006.
Estos intercambios han provocado al menos 55 muertos: 6 en Israel -5 soldados y un civil- y al menos 49 en el Líbano, incluyendo 8 civiles -entre ellos un camarógrafo de la agencia Reuters-, 35 miembros de Hizbulá y 6 integrantes de milicias palestinas.