“Si Hizbulá se atreve a ponernos a prueba la reacción será mortal. EEUU nos está dando todo su respaldo”, afirmó hoy el portavoz en una declaración televisada, después de ocho días de intercambio de fuego en la frontera entre Israel y Líbano, en su mayor peak de tensión desde 2006.
Por ello, Israel anunció hoy la evacuación de las 28 comunidades israelíes ubicadas a menos de dos kilómetros de la línea azul, la divisoria establecida por la ONU y custodiada por los cascos azules desde 2006, cuando Israel y Hizbulá se enfrentaron militarmente.
“Hizbulá llevó a cabo ayer una serie de ataques para tratar de desviar nuestros esfuerzos operativos (lejos de la Franja de Gaza], bajo la dirección y el respaldo de Irán, poniendo en peligro al mismo tiempo el Estado del Líbano y sus ciudadanos”, afirmó Hagari.
El punto álgido de tensión se vivió el domingo, cuando Hizbulá asumió la autoría del lanzamiento de seis misiles antitanque y nueve cohetes, a lo que Israel respondió bombardeando posiciones del grupo en el sur de Líbano.
Un proyectil alcanzó el cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) en la localidad meridional de Naquora, cuya procedencia está siendo investigada por los Cascos Azules, sin que se hayan registrado bajas.
Un civil israelí y un soldado murieron ayer como consecuencia de esos ataques. Por el momento hoy no ha habido intercambios de fuego, pero Israel ha evacuado a toda la población a menos de 2 kilómetros de la frontera y ha declarado zona militar toda el área hasta los 4 kilómetros desde la linde.
“Hemos aumentado nuestras fuerzas en la frontera norte y respondemos agresivamente a cualquier actividad contra nosotros”, incidió el portavoz, quien aclaró que la evacuación de residentes tiene como objeto “evitar daños a civiles”.
En paralelo a la guerra entre Israel y las milicias palestinas de Gaza, las fuerzas israelíes y Hizbulá se han enzarzado en ataques cruzados en la frontera, zona en la que también se han producido algunas acciones reivindicadas por facciones palestinas presentes en el territorio libanés.
Estos episodios han dejado 17 muertos: cinco en Israel -4 soldados y un civil- y al menos 12 en Líbano, incluyendo 3 civiles -uno de ellos un camarógrafo de la agencia Reuters-, 4 miembros de Hizbulá y 5 integrantes de milicias palestinas.