“No entrará electricidad, no entrará comida, no entrará agua, no entrará combustible. Todo está cerrado”, afirmó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant.
La medida es parte de la escalada de guerra entre ambas naciones, luego de que el grupo terrorista Hamas, en el gobierno de Palestina, realizara un ataque sorpresa durante la mañana del sábado, cobrando hasta el momento la vida de más de 700 israelíes y mantiene a otros 2.400 heridos.
Por su parte, la autoridad palestina afirma que la contraofensiva israelí ha matado a 493 palestinos y herido a otros 2.751, informa el diario israelí Haaretz.
Gallant indicó que la dura medida se tomó en contra de “gente bestial”, según recoge el medio árabe, Aljazeera.
“Aún puede haber terroristas infiltrados”
La medida no es nueva, ya que tanto Israel como Egipto han impuesto diferentes niveles de bloqueo en contra de Palestina desde que Hamas llegó al poder en 2007.
Por su parte, el vocero del Ejército de Israel, Daniel Hagari, indicó a la prensa que Israel finalmente había logrado controlar su frontera, tras las incursiones masivas que Hamas estaba realizando sobre su territorio.
Según Hagari, este lunes sólo se seguían registrando incidentes aislados, pero que “ya no habían escaramuzas al interior de pueblos o ciudades”. Aún así, indicó que se evacuaron 15 de 24 comunidades fronterizas, con el resto a ser desocupadas en las próximas 24 horas.
“Aún puede haber terroristas infiltrados en la región”, advirtió.
Israel está manteniendo vigiladas sus fronteras con tanques y drones, a fin de evitar nuevos focos de conflicto. Aún así, el vocero de Hamas, Abdel-Latif al-Qanoua, indicó a agencia AP que su milicia continúa realizando incursiones en Gaza, y que hasta este lunes por la mañana, seguían tomando prisioneros israelíes.