“Hemos enviado a diferentes delegaciones a varios países para que aquellos que son buenos instructores y viven en el extranjero vuelvan al país”, explicó el pasado domingo el ministro de Educación interino del país asiático, Neda Mohammad Nadim, durante un acto en la provincia norteña de Balkh.
Desde que los talibanes se hicieron con el control de Afganistán en agosto de 2021, tras una apresurada retirada de las fuerzas estadounidenses, el éxodo de profesores universitarios al extranjero ha vaciado los centros educativos de más alto nivel.
“La disminiución de salarios del Emirato Islámico (como se autodenomina el Gobierno interino talibán), la prohibición de la educación de las mujeres, la suspensión de proyectos en el ámbito de la educación superior y el corte de las ayudas internacionales han causado problemas económicos”, dijo a EFE un profesor universitario, Ebadullah Sahar.
Según la fuente, esta serie de condiciones han provocado una falta crónica de profesores.
En particular, la prohibición de la educación femenina superior supuso un varapalo importante.
“Muchos profesores gubernamentales tenían trabajos en universidades privadas para sobrevivir económicamente pero, tras la prohibición de la educación femenina superior, muchas de ellas tuvieron que reducir sus operaciones debido a problemas financieros”, explicó a EFE un profesor, Hijratullah Akif.
Decenas de docentes dimitieron además como protesta por el veto a la educación femenina en Afganistán, el único país del mundo que cuenta con esta prohibición
El Gobierno de los talibanes ha señalado que los estudiantes recibirán una educación bajo un nuevo currículo que por el momento no ha sido compartido.