Efectivos militares de Israel y Líbano han mantenido este sábado un intercambio de disparos en la región de Bastara, en la denominada Línea Azul, que sirve como zona de demarcación entre los ejércitos de ambos países.
Según información entregada por medios locales y autoridades de ambos países, en la zona se produjeron lanzamientos de bombas de humo, proyectiles de gas lacrimógeno y granadas.
“Entre las 11:00 y las 12:00 horas soldados israelíes cruzaron la Línea Azul y dispararon bombas de humo contra una patrulla del ejército libanés que acompañaba a una excavadora que nivelaba una zanja al norte de la Línea Azul”, explicaron las Fuerzas Armadas libanesas en un comunicado recogido por el diario L’Orient Le Jour.
Esta patrulla “respondió a esta agresión lanzando a su vez gases lacrimógenos a los soldados enemigos, lo que obligó a su retirada”, según la declaración.
Intervención de la ONU y versión de Israel
Efectivos de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FPNUL) fueron enviados a la zona para calmar la situación, que ahora está “estabilizada”, según explicó el portavoz de la organización, Andrea Tenenti.
“Estamos presentes en el lugar para iniciar la desescalada. La Línea Azul siempre ha sido una zona de tensión entre las dos partes. Cada ejército, por su parte, intenta proteger a su país, lo que genera tensiones constantes. Por eso estamos presentes en esta zona para garantizar la paz y la estabilidad”, señaló Tenenti a L’Orient Le Jour.
Por su parte, el Ejército de Israel justificó el ataque debido a que la excavadora penetró dos metros en su territorio. Además, denunciaron el lanzamiento de varias granadas. Medios israelíes como The Jerusalem Post han informado que las fuerzas israelíes devolvieron el fuego, aunque sostienen que no hay ningún herido.
Este incidente se produce en el marco de una creciente tensión en la localidad de Ghajar, bajo control israelí ‘de facto’ desde julio, y ante la ausencia de un acuerdo claro sobre la ubicación de la frontera.