Al menos 26 soldados murieron y otros once resultaron heridos hoy en un ataque del grupo yihadista Estado Islámico (EI) contra el autobús militar en el que viajaban por la provincia de Deir al Sur, en el este de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Según un comunicado de la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, el ataque se produjo de madrugada en el desierto de Al Mayadín y “decenas” de pasajeros del vehículo todavía permanecen desaparecidos, por lo que el balance de víctimas podría seguir aumentando.
Esta es la acción más mortífera que ha perpetrado el EI contra un objetivo gubernamental en lo que va de año y se produce después de que la formación terrorista intensificase en los últimos días sus operaciones en las zonas del desierto central de Badia controladas por Damasco, de acuerdo con el Observatorio.
Una fuente militar no identificada confirmó a la agencia oficial de noticias siria SANA que un autobús del Ejército fue atacado por un “grupo terrorista” en Deir al Zur y apuntó que una serie de soldados murieron y resultaron heridos a causa del asalto, sin ofrecer una cifra concreta.
Ni el Estado Islámico ni ninguna otra formación han asumido hasta el momento la autoría de la acción.
Hace apenas tres días, otros diez miembros de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, fallecieron en ataques también atribuidos al EI contra una serie de posiciones en la localidad de Madan Atiq, en la provincia septentrional de Al Raqa.
El Estado Islámico fue derrotado territorialmente en el país árabe hace más de cuatro años, pero todavía mantiene células en activo en varios puntos del país, concentradas principalmente en el vasto desierto de Badia.
La región desértica, que se extiende por varias provincias sirias y más allá de las fronteras de la nación, es a menudo escenario de emboscadas yihadistas contras las tropas gubernamentales sirias allí estacionadas y también de ataques de estas contra la formación terrorista.
La aviación rusa, aliada de Damasco, participa a menudo en las operaciones antiterroristas en Badia, ofreciendo apoyo aéreo al Ejército sirio.
Según datos del Observatorio, más de 400 personas han muerto en ataques y operaciones en Badia en lo que va de año, entre ellas cerca de 230 miembros de las fuerzas leales a Al Asad y combatientes de las milicias que las apoyan, además de una veintena de yihadistas del EI.