El ejército israelí lanzó la madrugada de este viernes ataques en Líbano y la Franja de Gaza, después del lanzamiento de cohetes desde ambos territorios en medio de una escalada de la violencia en la zona.
La intervención de la policía israelí el miércoles en la mezquita Al Aqsa de Jerusalén, lugar sagrado para el islam, sacudió el avispero del conflicto palestino-israelí coincidiendo con las fiestas del Ramadán musulmán y la Pascua judía.
El jueves, en el día de la Pascua judía, una treintena de cohetes fueron disparados contra Israel desde Líbano, en la mayor escalada desde 2006 en la frontera entre estos dos países técnicamente en guerra tras varios conflictos.
En la madrugada, el Ejército israelí señaló en un comunicado que lanzó ataques tanto en el sur de Líbano como en Gaza, donde los bombardeos aéreos ya habían empezado antes de medianoche.
Netanyahu alertó “firme reacción”
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había alertado una “firme reacción” tras los lanzamientos de misiles. “Golpearemos a nuestros enemigos y les haremos pagar el precio de cada agresión”, aseguró.
Poco después, se registraron explosiones en la Franja de Gaza, un territorio controlado por el movimiento armado palestino Hamás y sometido a un estricto bloqueo israelí desde 2007.
Las Fuerzas Armadas israelíes indicaron en un comunicado que habían bombardeado dos túneles y “dos lugares de producción de armamento” de este grupo “en respuesta a las vulneraciones de seguridad de Hamás durante los últimos días”.
Hamás replicó advirtiendo que Israel era “responsable de esta agresión y sus consecuencias” y pidió a los grupos palestinos unirse contra “la ocupación”.