El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas expresó este lunes "preocupación", sin condenar explícitamente la última decisión del Gobierno de Israel que reconoce nueve asentamientos en Cisjordania en represalia por los recientes atentados en la región.
El Consejo de Seguridad de la ONU retiró este lunes, en el último momento, una resolución que condenaba específicamente los asentamientos de Israel en Cisjordania, y lo sustituyó por una declaración en la que se omitió la palabra “condena”.
La resolución había sido promovida por Emiratos Árabes Unidos, actualmente miembro del Consejo, y parecía incluso que Estados Unidos, el mayor aliado de Israel, no la vetaría, como sucedió en 2016, cuando EE. UU. se abstuvo ante la resolución 2334 que pedía congelar todos los asentamientos y que se consideró histórica en su momento.
En su lugar, la presidencia del Consejo -en manos de Malta- leyó una declaración en nombre de todos los miembros en el que reiteraban su “profunda preocupación” por el anuncio del Gobierno israelí de este mismo mes de legalizar nueve asentamientos (“puestos de avanzada”) y construir cerca de 10.000 nuevas unidades en territorio palestino.
Los miembros del Consejo “nos oponemos rotundamente a toda medida unilateral que obstaculiza la paz”, dice la declaración, y especifica cuáles son esas prácticas del estado de Israel: asentamientos, demolición de viviendas palestinas, confiscación de sus tierras y desplazamiento de sus civiles.
Sin embargo, la declaración no exige a Israel retractarse de ninguna de esas medidas ni las condena específicamente.
Además, y como suele ser habitual, añade varias referencias a “los ataques contra civiles” y a “las actividades terroristas”, así como critica la “glorificación del terrorismo”, en un intento de mostrar equidistancia y repartir las culpas entre israelíes y palestinos.
Rechazo a los asentamientos de Israel en Palestina
La representante permanente de Emiratos, Lana Nusseibeh, pareció restar importancia a la retirada de la resolución y dijo que la declaración de este lunes era importante por constituir “la primera decisión del Consejo sobre esta cuestión (los asentamientos) en más de seis años”.
La embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, tomó la palabra para especificar su rechazo a los asentamientos: “Nos oponemos al anuncio de impulsar miles de asentamientos (…) No apoyamos estas medidas. Punto. La actividad de los asentamientos no contribuye a una solución”.
Pero el embajador ruso, Vasili Nebenzia, no dudó en acusar a Estados Unidos de bloquear la resolución, y advirtió contra la línea política de Washington de “cambiar la paz política por la paz económica”, en referencia -explicó- a la promoción de las relaciones (la “normalización”) entre Israel y los países árabes.
En un comunicado posterior, la organización Human Rights Watch consideró que la resolución “ha quedado diluida por las presiones de EE.UU. e Israel”, y reiteró que el Consejo “como mínimo debería adoptar una resolución que condene claramente los asentamientos”.