El ejército de Israel bombardeó una instalación militar de Hamás en Gaza el lunes y llevó a cabo una nueva incursión en Naplusa, en el norte de Cisjordania, en la que murió un palestino.
El ejército afirmó que actuaba “en represalia” por un cohete disparado el sábado desde la Franja de Gaza y que fue destruido por la defensa antiaérea israelí.
Según los militares, se trata de “un complejo subterráneo que contiene materias primas utilizadas para la fabricación de cohetes pertenecientes” a Hamás, el movimiento islamista palestino en el poder en Gaza desde 2007.
Los nuevos enfrentamientos se producen en medio del temor a un estallido de violencia a medida que el conflicto palestino-israelí se intensifica desde principios de año.
Periodistas de la Agence France-Presse en Gaza vieron varias explosiones.
Según un vocero del ministerio del Interior de Hamás en Gaza, los ataques nocturnos causaron “graves daños en cuatro casas, un salón de bodas y una gasolinera” cerca de las instalaciones militares objetivo de los misiles israelíes, en el suroeste de la ciudad de Gaza.
Otra incursión de Israel en Cisjordania
Por otra parte, en Naplusa, una ciudad del norte de Cisjordania donde el ejército lleva casi un año realizando lo que denomina operaciones nocturnas “antiterroristas” en busca de “sospechosos”, las fuerzas israelíes llevaron a cabo una nueva redada el domingo.
El ministerio de Sanidad informó de la muerte de un palestino de 21 años en Naplusa durante la noche, Amir Ihab Boustami, cuyo cadáver fue visto por un fotógrafo de la Agencia AFP en un hospital de la ciudad.
Según la Media Luna Roja Palestina, Boustami murió tras recibir disparos y otros siete palestinos resultaron heridos de bala.