Israel rechazó este sábado una resolución de Naciones Unidas para solicitar a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que se pronuncie sobre la ocupación y anexión de territorios palestinos, y advirtió sobre una posible “escalada” de violencia.
“Israel rechaza enérgicamente la resolución palestina en las Naciones Unidas”, dijo en un comunicado el primer ministro saliente, Yair Lapid, al estimar que “el camino para resolver el conflicto no pasa por los pasillos de la ONU u otros organismos internacionales”.
A petición de la Autoridad Nacional Palestina, la Comisión Política Especial y de Descolonización de la ONU votó el viernes pedir a la CIJ un dictamen sobre el estatuto jurídico de la “prolongada ocupación, asentamiento y anexión por parte de Israel del territorio palestino ocupado [Cisjordania y Gaza] desde 1967”.
A pesar de la oposición de Israel y Estados Unidos, el texto salió adelante con 98 votos a favor, 17 en contra y 52 abstenciones, y pasará al pleno de la Asamblea General para su adopción definitiva.
“Pedimos a todos los países que apoyaron la propuesta de ayer que reconsideren su posición y se opongan a ella cuando se vote en la Asamblea General”, insistió Lapid, que anteriormente ha abogado por la solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino.
La resolución de la ONU es “otro movimiento unilateral palestino” que “puede perjudicar cualquier posibilidad de un proceso futuro”, recalcó el primer ministro, al advertir que esto “no cambiará la realidad sobre el terreno” y que “puede incluso provocar una escalada” de violencia.
Cisjordania ocupada vive su año más sangriento desde 2006, con más de 140 palestinos muertos -muchos de ellos civiles o niños- en incidentes violentos con Israel, según cifras del Ministerio de Sanidad palestino; mientras que de lado israelí han fallecido 24 víctimas de ataques, 17 de ellas civiles.
Tras la Guerra de los Seis Días en 1967, Israel ocupó la Franja de Gaza, que entonces era de Egipto, los Altos del Golán de Siria, y a Jordania le arrebató Cisjordania. También se anexionó Jerusalén Este en 1980. Todo esto es considerado ilegal por la ONU y por gran parte de la comunidad internacional.
Desde entonces, fluctúa el nivel de violencia en el conflicto israelí-palestino: mientras milicias palestinas fraguan ataques, Israel impone una política de ocupación militar con incursiones en todo el territorio palestino, promueve los asentamientos de colonos judíos y, según diversas organizaciones internacionales, viola los derechos humanos de los palestinos en su propio territorio.
Sin embargo, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, aseguró en Twitter que la resolución de la ONU “es un paso político que no está anclado en la realidad sobre el terreno” y que “solo dañará la estabilidad en la región”.