El primer ministro israelí en funciones, Yair Lapid, firmó este jueves el acuerdo de demarcación de fronteras marítimas con el Líbano, previo a la rúbrica definitiva en una ceremonia en el sur del país árabe.
En Beirut, la ratificación corrió a cargo del presidente libanés, Michel Aoun, que se ha limitado a hablar de “trabajo técnico”. El acuerdo, explicó, “no tiene dimensiones o efectos políticos que contradigan la política exterior de Líbano en cuanto a sus relaciones con otros países”, informa la agencia de noticias oficial.
La firma del pacto fue confirmada por un portavoz de la oficina de Lapid, que informó además de que una delegación israelí, encabezada por el director general del Ministerio de Energía, Lior Schillat, partió rumbo a la ciudad fronteriza de Naqoura para la ceremonia oficial.
Con esta rúbrica, Israel da por terminado el proceso de aprobación del acuerdo previo al acto conjunto de esta tarde, que se llevará a cabo en la sede central de la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en Líbano (FINUL).
La ceremonia contará con la presencia de Amos Hochstein, mediador estadounidense que gestionó las negociaciones indirectas entre ambos países, que no mantienen relaciones diplomáticas.
“No todos los días un país enemigo reconoce al Estado de Israel, en un acuerdo escrito, a la vista de la comunidad internacional”, dijo Lapid durante una reunión del Gobierno en la que sus miembros ratificaron el pacto previo a su firma.
El mandatario describió el hecho como “histórico” y como “un logro tremendo para Israel” en materia de seguridad, economía y energía.
La firma de Lapid llegó horas después que la del presidente libanés, Michel Aoun, que rubricó el pacto en el Palacio Presidencial, en los suburbios de Beirut.
Poco después, Hochstein brindó un discurso en el que hizo hincapié en “la buena voluntad” de todas las partes y se mostró confiado en que ambos países respetarán el acuerdo.
El mediador enfatizó también el papel del presidente estadounidense, Joe Biden, en la consecución del acuerdo y aseguró que éste “ha presionado con mucha fuerza para poder llegar a este momento”, habiendo trabajado en el asunto desde que era vicepresidente de Estados Unidos -a partir de 2009-.
Este pacto representa la primera demarcación de fronteras marítimas entre estos dos países y acaba con una disputa de larga data sobre aguas ricas en gas en el Mediterráneo, tras meses de negociaciones intermitentes que comenzaron en 2020.
El territorio en cuestión consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana, y el pacto permite que el Estado judío explote el primero y la nación de los cedros explore -y eventualmente explote- el segundo.
De hecho, este miércoles la empresa Energean anunció que había comenzado a extraer gas de Karish, mientras que el gigante petrolero TotalEnergies ya fue encargado con la exploración del yacimiento de Qana.
Líbano e Israel están técnicamente en guerra, por lo que el acuerdo, fruto de dos años de negociaciones indirectas, tiene en cualquier caso una especial importancia simbólica.
Tanto Israel como Líbano acordaron reconocer la frontera fijada con boyas por Israel, permitiendo a Beirut disfrutar del área al norte de la Línea 23, incluido el campo de Qana, mientras que las autoridades israelíes mantienen el control sobre el de Karish, cuya explotación ya ha comenzado.