Ambas facciones, que controlan separadamente Gaza y Cisjordania, llevan enemistadas desde 2007.
Las facciones palestinas, lideradas por el partido nacionalista Fatah y el islamista Hamás, firmaron este jueves un acuerdo de reconciliación para terminar con quince años de división, tras dos días de negociaciones en Argelia.
La llamada “Declaración de Argel”, rubricada bajo los auspicios del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, “constituirá una sólida plataforma para el logro de la unidad entre las diversas facciones palestinas que alcanzaron un consenso sin precedentes”, anunció Argelia en un comunicado recogido por la agencia de noticias APS.
El secretario general del Partido Iniciativa Nacional Palestina, Mustafa Barghouti, adelantó que las facciones habían aceptado gran parte del documento de reconciliación argelino, que contempla la celebración de elecciones presidenciales y legislativas en el plazo de un año desde la firma del acuerdo.
Tebboune reunió el pasado mes de julio al líder político de Hamás, Ismail Haniye, quien participó en estas negociaciones, y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, ausente en los encuentros y hoy viajó a la cumbre regional en Astana, Kazajistán, donde mantuvo un encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Gobierno de unidad
Las negociaciones de estos dos días estuvieron precedidas de meses de encuentros de alto nivel en Argel durante los que las facciones presentaron su visión para terminar con quince años de división y sucesivos intentos de reconciliación fallidos.
Durante los últimos días, fuentes palestinas aseguraron que “el borrador del documento argelino establece la formación de un gobierno de unidad palestino”.
En Argelia no ha trascendido información de las reuniones, mientras que fuentes palestinas aseguran que el borrador argelino aborda la “unidad palestina” y “medidas prácticas” para resolver la división de más de quince años.
Reformular la elección de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP); agilizar la celebración de elecciones generales, presidenciales y legislativas en territorios palestinos, incluida Jerusalén Este; o formar un gobierno de unidad nacional son algunos de los puntos aceptados en la propuesta argelina.
Años turbulentos
Enemistados desde 2007, cuando Hamás expulsó a las fuerzas de Fatah de la Franja de Gaza y que gobiernan desde entonces cada uno enclaves palestinos geográficamente separados (Gaza y Cisjordania, respectivamente), diversos mediadores, como Egipto o Catar, han intentando intervenir para poner fin a la división.
El más reciente intento fue en 2017, cuando Fatah y Hamás anunciaron, con Egipto como mediador, un acuerdo por el que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que controla Cisjordania, retomaría el control de Gaza y se convocarían elecciones legislativas y presidenciales, pospuestas “sine die”.
Las facciones palestinas alabaron la “legitimidad” de estas negociaciones, patrocinadas por Argelia, país que ha promovido este nuevo intento de cara a la cumbre de la Liga Árabe, que se celebrará el próximo 1 y 2 de noviembre en la capital argelina.
“Esta bendita iniciativa es un buen augurio para el pueblo palestino (…) Estamos satisfechos con los resultados de esta conferencia marcada por la franqueza, la interacción positiva y la comprensión”, declaró Haniye al cierre de las negociaciones.
Azam al Ahmad, miembro del Comité Central de Fatah, subrayó que la iniciativa argelina “viene a poner fin a una división interpalestina de más de 15 años, que ha debilitado la causa palestina”.
El secretario general del Frente de Lucha Popular Palestina (FLPP), Ahmed Majdalani, valoró la Conferencia como una demostración “innegable” del interés de Argelia, cuyos “objetivos nacionales” son “el derecho al retorno de los refugiados y el establecimiento del estado palestino independiente”.
Argelia es “el único país que no tiene cálculos estrechos en este sentido, así como apoya a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) como único representante legítimo del pueblo palestino”, defendió Tebboune.