Más de 200 personas han fallecido, entre ellas 23 menores de edad, en el marco de la ola de protestas iniciada en Irán por la muerte de la joven Mahsa Amini, que falleció hace casi un mes bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal el velo.
Al menos 108 personas murieron en todo el país durante las protestas desencadenadas por la muerte de la joven Mahsa Amini. En la provincia suroriental del Sistán Baluchistán, las fuerzas de seguridad iraníes también mataron a otras 93 personas en enfrentamientos producidos tras la denuncia de violación de una joven por parte de un comandante de la policía regional.
Las cifras fueron publicadas este martes la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo que monitorea la situación en Irán que vive al ritmo de protestas contra el régimen islámico desde la muerte de Mahsa Amini el pasado 16 de septiembre tras pasar tres días en coma.
La joven fue arrestada en Teherán por la policía de la moral por una supuesta infracción del estricto código vestimentario. Su muerte provocó una ola de manifestaciones en todo el país protagonizado principalmente por mujeres que desafían a diario al régimen quitándose el velo.
La ONG se muestra especialmente preocupada por la represión en Zahedán, en el Kurdistán iraní, de donde era la joven. Los datos recogidos en esa zona están incompletos ya que hay restricciones de internet que impiden obtener las cifras reales. Destacan que los datos que denuncian no incluyen la totalidad de los muertos.
“La ciudad de Sanandaj ha sido testigo de protestas generalizadas y de una sangrienta represión en los últimos tres días”, subraya Iran Human Rights añadiendo que muchos niños han sido detenidos durante las protestas en las calles y las escuelas.
En la investigación, la ONG también da cuenta de la represión que se está llevando a cabo paralelamente en el Sistán Baluchistán, en el sureste, donde hay un movimiento contra el régimen por la presunta violación de una adolescente por parte de un policía.
Más de 100 manifestantes inculpados
La Autoridad judicial iraní anunció la inculpación de 60 personas en Teherán y de otras 65 en la provincia de Hormozgan, en el sur; sin embargo, no especificaron los cargos, solamente que habían sido arrestadas en el marco de las protestas de las últimas semanas.
“A partir de ahora, las personas que ataquen la vida y los bienes de la gente, de la policía y de los militares, así como las instalaciones urbanas o animan a la gente al motín, serán tratados de manera decisiva”, advirtió el procurador de Teherán, Ali Salehi, citado por el sitio web de la justicia iraní.
El 25 de septiembre pasado, los medios de comunicación iraníes habían anunciado la detención de 88 manifestantes en Hormozgan y cerca de 1.200 en el norte del país.
Los detenidos en el marco de estas protestas también se cuentan por cientos y, aunque no hay balances claros, las autoridades sí informaron hace unos días de más de 1.800 personas arrestadas. Las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos estiman que la cifra real es mayor.