Este sábado Irán atraviesa una nueva jornada de protestas en el marco del malestar social por la muerte de la joven Mahsa Amini, que perdió la vida a manos de las autoridades por usar mal el velo.
Así, hoy, las movilizaciones en el país islámico entran en su cuarta semana luego de tres días sin manifestaciones.
El miércoles fue festivo y el jueves junto al viernes son el fin de semana en el país persa.
De esta manera la semana iraní comenzó con llamadas a movilizaciones por parte de centros universitarios y activistas.
En los alrededores de la prestigiosa Universidad de Sharif de Teherán pequeños grupos de jóvenes y mujeres sin velo se arremolinaron en esquinas desde las que lanzaban eslóganes, en medio de una fuerte presencia policial, con docenas de antidisturbios por la zona.
“¡Apóyennos, apóyennos policía!”, gritaba una mujer que no llevaba velo en las inmediaciones del centro universitario a los agentes antidisturbios presentes para que se uniesen a los manifestantes.
Tenso ambiente en Teherán
En un tenso ambiente, algunas personas discutían con policías, mientras los primeros gases lacrimógenos comenzaban a oscurecer las calles.
“Muerte a la República Islámica”, gritó un grupo de jóvenes en una calle lateral de la universidad, a lo que añadieron “República Islámica no te queremos, no te queremos”.
Un hombre le gritó “no tienen honor” a los agentes, mientas varias de las tiendas de la zona tenían las persianas medio bajadas.
También se escucharon disparos, pero para EFE no fue posible distinguir de qué tipo.
Además, muchos conductores hicieron sonar sus bocinas eléctricas por la zona, en una muestra de apoyo a las protestas.
La Universidad Tecnológica de Sharif fue escenario el domingo de fuertes choques con las fuerzas de seguridad, lo que llevó a las autoridades a suspender las clases presenciales, a pesar de lo cual sus estudiantes habían anunciado una protesta hoy.
Protestas por Mahsa Amini también ocurren en otras partes del país
En otros puntos del país también se vivieron protestas como en las ciudades de Shiraz, Isfahan, Gohardasht o Kerman, entre otras, según vídeos sin verificar compartidos en redes sociales por activistas y periodistas.
Los choques fueron siendo especialmente duros en el Kurdistán iraní, región de origen de Amini.
Así, la ONG kurda con sede en Oslo Hengaw informó que en las ciudades de Sanandaj y Saqqez hubo fuertes choques en los que las fuerzas de seguridad dispararon a los manifestantes.
Amini, de 22 años, murió el 16 de septiembre tras ser detenida tres días antes por la llamada policía de la moral en Teherán por considerar que llevaba mal puesto el velo islámico.
La estatal Organización de Medicina Forense de Irán afirmó ayer viernes – y por lo tanto festivo – que Amini falleció por una dolencia previa y no por por golpes de la policía.
El informe forense del organismo estatal determinó que el fallecimiento de la joven se debió a un fallo multiorgánico tras hipoxia (disminución de oxígeno) cerebral y no fue “causada por golpes en la cabeza y órganos vitales y extremidades del cuerpo”.
La muerte de Amini ha desatado protestas que se suceden desde entonces y han ido mutando desde grandes movilizaciones con mujeres quemando velos, fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad a las universidades e incluso a colegios en los que las niñas se quitan los velos.
Estos choques han causado 41 muertos, según el recuento de la televisión estatal de la semana pasada, pero la ONG Irán Human Rights, con base en Oslo, eleva la cifra a 92.