Al menos 19 personas, entre ellas varios afganos, murieron y otras 14 resultaron heridas este domingo después de que el autobús en el que viajaban se desprendiese por un barranco en el suroeste de Pakistán.
El autobús cayó por un precipicio de unos sesenta metros mientras trataba de girar por una carretera resbaladiza por la lluvia cerca de la localidad de Dhana Sar, en la provincia suroccidental de Baluchistán.
“En el accidente murieron 19 personas y 14 resultaron heridas”, informó a Efe un policía de la jefatura de policía del distrito de Zhob, cercano a Dhana Sar, Ghulam Khan.
La mayoría de los 33 pasajeros a bordo del vehículo eran estudiantes, trabajadores y afganos que volvían a sus hogares, agregó el agente.
El accidente tuvo lugar alrededor de las 3:30 de la mañana del domingo hora local (22:30 GMT del sábado) y como se trataba de una zona remota y oscura, “la operación de rescate continuó durante cinco horas”, precisó Khan.
Pese a que todavía se desconoce el motivo del accidente, una primera investigación apunta a un exceso de velocidad por parte del autobús y el estado de la carretera, que estaba resbaladiza por las lluvias.
Las víctimas del incidente han sido trasladadas a los hospitales más cercanos de las ciudades de Mughul Kot y Zhob, donde hay 12 heridos ingresados.
Pakistán cuenta con uno de los índices de accidentes de tráfico más elevados del mundo debido al pésimo estado de sus carreteras, a las deficiencias de los vehículos y a que los transportes públicos suelen circular sobrecargados de pasajeros.
Según datos del Gobierno paquistaní, alrededor de 30.000 personas mueren anualmente en accidentes de tráfico en el país.
El pasado 8 junio, al menos 21 personas murieron y una niña de 10 años resultó herida cuando una camioneta con 22 pasajeros cayó por una colina de unos 100 pies en el distrito de Qila Saifullah, en la provincia de Baluchistán.
En uno de los peores accidentes de tráfico en Pakistán, ocurrido en 2017, al menos 180 personas perdieron la vida en la explosión de un camión cisterna cargado de gasolina en el este del país. EFE