La operación del ejército, en la que cuatro soldados resultaron heridos, tuvo lugar en el primer día del Ramadán, el mes de ayuno sagrado musulmán, en el norte de Cisjordania ocupada.
“Las fuerzas israelíes interceptaron una célula terrorista que se disponía a efectuar un ataque e intentaron detener el vehículo” en el que viajaban tres palestinos entre Yenín y Tulkarem”, dijo la policía israelí en un comunicado.
Los palestinos abrieron fuego y los militares israelíes respondieron, según indicaron.
El movimiento armado Yihad Islámico, con base en el enclave palestino de Gaza bajo bloqueo israelí, confirmó la muerte de sus tres combatientes.
“Lamentamos la muerte de nuestros tres héroes combatientes”, indicó el brazo armado de Yihad Islámica. Precisó que dos de ellos eran de Yenín y el otro de Tulkarem, en territorio ocupado por el ejército israelí desde 1967.
“La política de asesinato que lleva a cabo el enemigo en Cisjordania y Jerusalén ocupados no le brindará la supuesta seguridad”, dijo de su lado el movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna Gaza.
“Por todos los medios”
En los últimos días se ha visto un incremento de la violencia en Israel y Cisjordania.
Las fuerzas israelíes mataron el viernes a un palestino de 29 años en la ciudad cisjordana de Hebrón durante una manifestación contra la colonización israelí en los Territorios Palestinos.
El ejército israelí dijo que el “sospechoso lanzó un cóctel Molotov” a los soldados, quienes respondieron con disparos.
El mismo día, la Media Luna Roja indicó haber tomado a su cargo a 70 palestinos heridos en enfrentamientos con el ejército israelí en el sector de Naplusa, en el norte de Cisjordania.
El jueves, dos palestinos murieron durante una operación del ejército israelí en Yenín que buscaba detener a “sospechosos” vinculados a un ataque anti-israelí perpetrado cerca de Tel Aviv por un palestinos y que dejó cinco muertos. El agresor fue abatido.
Las fuerzas israelíes mataron el jueves a otro palestino que había apuñalado a un pasajero en Cisjordania.
Desde el 22 de marzo, 11 personas murieron en ataques anti-israelíes, algunos de ellos llevados a cabo por individuos vinculados al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El ejército israelí ha desplegado desde entonces refuerzos en Cisjordania y ha multiplicado las detenciones, especialmente de miembros de la familia del agresor palestino de Tel Aviv.
“Continuaremos actuando por todos los medios posibles para detener los ataques. Es nuestra misión”, declaró el viernes el jefe de Estado Mayor israelí, Aviv Kohavi, durante un desplazamiento a Cisjordania.
También desde ese territorio, donde se reunió el viernes con responsables militares, el ministro de Defensa Benny Gantz declaró que las fuerzas israelíes continuarían “procediendo a detenciones y a operaciones de defensa y ataque”. “Atraparemos a aquellos que buscan perjudicar a los ciudadanos de Israel”, agregó.
Cisjordania, ocupada por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967, tiene unos 475.000 colonos judíos radicados en comunidades consideradas como ilegales por el derecho internacional.