Un menor palestino con una enfermedad crónica neuromuscular está encarcelado por Israel desde hace casi un año bajo arresto administrativo, sin cargos ni juicio, y seguirá detenido al menos por una semana más, después de que un tribunal militar aplazara este lunes la decisión final sobre su posible liberación.
Amal Nakhleh, de 17 años y del campo de refugiados de Jalazone, en Cisjordania ocupada, permanece arrestado desde diciembre de 2020 en un régimen de detención por el cual Israel mantiene en prisión a sospechosos sin acusaciones firmes ni juicio. A medida que pasa el tiempo, su situación legal y su débil estado de salud han hecho aumentar la preocupación de familiares y grupos de derechos humanos.
En una vista celebrada este lunes en el Tribunal Militar de Ofer, la Justicia israelí aseguró que necesitaba más días para deliberar si deja en libertad al joven o extiende su detención, una decisión que comunicará el 18 de enero, cuando expira la actual orden de arresto, concretó a Efe el padre del menor, Mummar Nakhleh.
Según agrega, Israel nunca ha dado una justificación clara para mantener a su hijo entre rejas ni lo ha acusado de ningún delito, aunque extendió su arresto en tres ocasiones durante el año pasado.
Enfermo crónico
Amal Nakhleh sufre miastenia grave, una rara enfermedad autoinmune que causa fatiga muscular severa y dificultades para respirar o engullir. En 2020 se le sometió también a una operación para extirparle un tumor en el área pulmonar.
Su situación requiere medicación y atención médica seguidas, por lo que su estancia en prisión -donde se añade el riesgo al contagio de coronavirus- lo deja en un estado aún más vulnerable y podría poner suponer un peligro para su vida, según denuncia su familia.
Unos 500 presos palestinos se encuentran actualmente en detención administrativa, entre los que hay algunos menores como Nakhleh, que cumplirá 18 años este próximo 16 de enero.
Israel aplica este tipo de arresto por períodos renovables que oscilan entre tres y seis meses, sobre la base de “pruebas secretas” que ni el abogado ni el detenido pueden revisar.
En 2021, más de 60 reos palestinos se declararon en huelga de hambre para protestar contra este régimen de detención. Algunos llegaron a superar los cien días sin ingerir alimentos.
Entre ellos está Hisham Abu Hawash, que el pasado 4 de enero cesó una huelga de hambre de 141 días tras la decisión israelí de ponerlo en libertad el próximo febrero.
Nakhleh ha advertido que iniciará también una huelga de hambre si Israel no lo deja pronto en liberad, asegura su padre.