Los trabajos internacionales para evacuar a extranjeros y colaboradores locales desde el aeropuerto de Kabul han permitido sacar a unas 37.000 personas.
Esto, desde el fin de semana en que los talibán se hicieron con el control de la capital afgana, tras una fulgurante campaña militar.
Fuentes de la Casa Blanca estiman que han sido evacuadas “aproximadamente 42.000 personas”, de las cuales 37.000 habrían abandonado Afganistán.
Esto, desde el 14 de agosto, gracias al blindaje de un aeródromo cuya seguridad recae en gran medida en las fuerzas de Estados Unidos.
Solo las autoridades norteamericanas han gestionado en los últimos dos días 28 vuelos que han permitido sacar de Kabul a 10.400 personas. Las fuerzas de la coalición internacional, por su parte, han operado otros 61 aviones con unas 5.900 personas a bordo, según estas fuentes.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, reconoció que una vez que las tropas de Estados Unidos abandonen Afganistán, será imposible seguir efectuando evacuaciones.
Es por esta razón que el primer ministro, Boris Johnson, tiene previsto solicitar al presidente estadounidense, Joe Biden, que prorrogue el límite fijado para el día 31.
Uno de los portavoces de los talibán, Suhail Shahin, advirtió que habrá “consecuencias” si Estados Unidos y el resto de países extranjeros no completan la retirada y las evacuaciones de Afganistán para el 31 de agosto, la fecha límite establecida por el propio Biden.