Los talibanes lograron este miércoles el control del Cuerpo 217 de Ejército de Pamir, situado en la provincia norteña de Kunduz.
De esta forma se convirtió en el primer cuerpo del Ejército afgano en dos décadas de guerra en caer en manos insurgentes.
El cuerpo 217 del Ejército de Pamir es uno de los siete de carácter regional del ministerio de Defensa afgano. Hasta ahora se encargaba de garantizar la seguridad de cuatro provincias en el noroeste del país: Kunduz, Baghlan, Takhar y Badakhshan.
“Los talibanes capturaron el recinto del Cuerpo de Pamir y el aeropuerto de Kunduz, después de que las fuerzas de seguridad se retiraran de las instalaciones”, confirmó la diputada Nelofar Koofi.
Con la retirada de las fuerzas de seguridad, el aeropuerto provincial de Kunduz también cayó en manos de los talibanes.
Tras varios días de intensos enfrentamientos en los alrededores de la sede donde se ubica el Cuerpo, las fuerzas de seguridad se retiraron.
Se trasladaron al distrito de Farkhar, en la provincia vecina de Takhar, y trataron de unirse a otras fuerzas en áreas controladas por el Gobierno afgano.
“Con esto, toda la provincia de Kunduz cayó en manos de los talibanes y no quedaron más fuerzas de seguridad en la provincia”, apuntó.
Otro miembro del Parlamento de Kunduz que pidió el anonimato, también confirmó a Efe la captura del Cuerpo del Ejército. Añadió que “varias fuerzas de seguridad igualmente se rindieron a los talibanes tras la captura”.
El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid confirmó que sus combatientes capturaron tanto el aeropuerto como el recinto del Cuerpo de Ejército de Pamir.
“Los muyahidines entraron al aeropuerto hoy por la tarde. Pusieron todas las instalaciones bajo su control y se incautaron de una gran cantidad de armas, vehículos y equipo militar”, dijo.
Mujahid prometió que sus combatientes harían todo lo posible para mantener y salvaguardar los bienes públicos y el equipo militar.
El Cuerpo de Pamir contaba con miles de efectivos afganos, pero por ahora no hay cifras exactas de cuántos miembros quedan en la zona.
Lo anterior, ya que una gran parte del personal se rindió a los talibanes o dejó su puesto en los últimos tres meses. Esto, tras los intensos combates en las cuatro provincias que protegen.
Esta sede militar se convierte en la primera en caer en manos de los talibanes en las últimas dos décadas de guerra, como parte de su avance sin precedentes motivado por el inicio de la fase final de retirada de tropas estadounidenses y de la OTAN el pasado 1 de mayo.
Desde entonces, los insurgentes han logrado el control de nueve capitales de distrito en los últimos seis días, que se suman a los 124 centros de distrito capturados en los últimos tres meses, lo que constituye el mayor avance territorial de los combatientes en dos décadas de guerra.