Israel reivindicó este jueves sus primeros ataques aéreos en al menos 7 años años sobre el Líbano, en represalia por los cohetes disparados desde el sur de su país vecino hacia el norte israelí.
“Aviones de combate del ejército tomaron como blanco lugares de lanzamiento e infraestructuras desde donde se dispararon cohetes en Líbano con el objetivo de aterrorizar”, escribió el ejército israelí en un breve comunicado.
La aviación israelí bombardea de manera regular presuntas posiciones del movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza y también lleva adelante operaciones en la vecina Siria, donde ataca objetivos de elementos proiraníes.
El miércoles, tres cohetes fueron lanzados desde el sur de Líbano hacia el norte de Israel. Dos de ellos cayeron en territorio israelí y el tercero no atravesó la frontera.
Poco después de esos disparos, el ejército israelí efectuó tres ataques en dirección del Líbano.
El ministro israelí de Defensa, Benny Gantz, pidió que se envíe un “fuerte mensaje” a la Finul, la Fuerza Interina de la ONU en Líbano, desplegada en el sur del país en la frontera con Israel, según su oficina.
Por su parte, el presidente libanés, Michel Aoun, consideró que “presentar una denuncia ante Naciones Unidas es un paso indispensable para disuadir a Israel de continuar sus ataques contra el Líbano” y confirmó que “el uso de su fuerza aérea para atacar aldeas libanesas sucede por primera vez desde 2006”.
Sin embargo, los sus últimos ataques aéreos conocidos en Líbano se remontaban a 2014, confirmó a la Agence France-Presse el ejército israelí, y se produjeron a raíz de un intercambio de disparos en la frontera.
Según informó la Presidencia libanesa en su cuenta de Twitter, Aoun calificó el bombardeo israelí de “amenaza directa” a la seguridad del sur del Líbano y de “violación flagrante y peligrosa” de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a la guerra de hace 15 años.