El clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi, investido como nuevo presidente de Irán, apuesta por intentar levantar las sanciones estadounidenses y mejorar la economía, sin plegarse a “la voluntad de los extranjeros.”

Raisi fue investido con la misión de levantar una economía hundida por las sanciones estadounidenses y la pandemia y de relanzar las negociaciones para salvar el acuerdo internacional sobre su programa nuclear.

Ganador de la elección presidencial de junio marcada por una abstención récord y la descalificación de numerosos rivales, Raisi toma el relevo del moderado Hasan Rohani, que cerró en 2015 el acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias tras años de tensión.

“Nosotros buscaremos por supuesto la eliminación de las sanciones crueles pero no condicionaremos la economía y las necesidades de la población a la voluntad de los extranjeros”, subrayó el nuevo presidente iraní en un discurso emitido por la televisión estatal tras la ceremonia de investidura.

Las negociaciones con Occidente para rescatar el acuerdo nuclear de 2015, que han quedado en suspenso debido al traspaso de poder en Irán, tratan de lograr que Estados Unidos regrese al pacto nuclear y levante sus sanciones contra Teherán y que la República Islámica vuelva a cumplir con todos sus compromisos.

Antiguo jefe de la Autoridad Judicial, Raisi, de 60 años, comenzará oficialmente su mandato de cuatro años tras la aprobación de su elección por el guía supremo, el ayatolá Ali Jamenei. “Conforme a la elección de pueblo, invisto al sabio, incansable, experimentado y popular Ebrahim Raisi como presidente de la República Islámica de Irán”, escribió el guía supremo en un decreto que leyó su jefe de gabinete.

El ayatolá Jamenei interviene tras una corta declaración del nuevo presidente en una ceremonia en la que, debido a la pandemia, solo un número limitado de responsables fue invitado. Raisi prestará juramento el jueves en el Parlamento, ante el que deberá presentar sus candidatos para los cargos ministeriales.

La presidencia de Raisi consagrará el dominio de los conservadores tras su victoria en las elecciones legislativas en 2020. “Tengo mucha esperanza para el futuro del país”, dijo Raisi según un comunicado de su oficina. “Es posible y realizable superar las adversidades y los límites actuales” apoyándose “en el pueblo iraní”, añadió.