El ataque ocurrido el martes por la noche en Kabul, implicando un coche bomba y asaltantes armados en el centro de la capital afgana, ha “terminado y todos los asaltantes fueron abatidos”, indicó el portavoz del Ministerio de Interior, Mirwais Stanekzai.
La capital afgana se vio sacudida por al menos dos fuertes explosiones, seguidas de detonaciones de menor intensidad e intensos disparos. Stanekzai había indicado anteriormente que “los terroristas detonaron un coche lleno de explosivos” y que varios asaltantes “entraron en casas y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad”.
Serían al menos cuatro las personas que habrían muerto tras intentar asaltar la residencia del ministro de Defensa, Bismillah Khan Mohammadi, quien resultó ileso.
Al menos 20 personas resultaron heridas en el ataque, ocurrido en una zona también cercana a la Embajada de Irán, situada en el Distrito 10 de la capital afgana, lugar en el que se encuentran las residencias sobre todo de altos funcionarios y miembros del Gobierno.
“Se está despejando el área para evitar la infiltración en casas cercanas. El primer atacante murió en los primeros minutos de la operación” de las fuerzas de seguridad iniciada tras la explosión, y en las horas posteriores murieron los otros dos, aseguró a los medios el portavoz del Ministerio de Interior, Mirwais Stanekzai.
El portavoz dijo que están rastreando la zona en busca de posibles insurgentes ocultos después de que “un número (indeterminado) de terroristas penetraron en las casas civiles en el área e intercambiaron fuego con las fuerzas de seguridad”.
“Las fuerzas de seguridad afganas rescataron a varios civiles del lugar del ataque”, manifestó.
La explosión tuvo lugar hacia las 20:00 hora local (11:30 en Chile), en un barrio residencial en el centro de la capital, próximo al aérea de alta seguridad conocido como Zona Verde, y desde un principio se especuló con que el objetivo del ataque podía ser el ministro de Defensa.
Poco después de la detonación, un portavoz del Ministerio de Defensa, Fawad Aman, anunciaba que “el general Bismillah Mohammadi está en buen estado”.
Más tarde, el exvicepresidente afgano Muhammad Younus Qanuni, miembro del partido de Bismillah Khan, aseguraba en un comunicado que “un incidente de seguridad” tuvo lugar en una residencia destinada a visitantes del ministro de Defensa.
Bismillah Khan “estaba conmigo (en otro lugar) durante el incidente. Los familiares del ministro han sido también evacuados”, reveló.
El portavoz del ministerio de Salud Pública, Ghulam Dastagir Nazari, dijo a Efe que sus ambulancias han evacuado por ahora a diez heridos del lugar, que se encuentran “fuera de peligro”, aunque debido a los combates no podían acercarse a la zona, por lo que predijo que “el número de víctimas será mayor”.
Este ataque se produce en un momento de especial inestabilidad en Afganistán, después de que el inicio de la retirada final de las tropas extranjeras del país, el pasado 1 de mayo, desencadenó una ofensiva sin precedentes de los talibanes.
Como sucedió ayer en la asediada ciudad de Herat, capital de la provincia homónima situada en el oeste del país, esta noche, tras conocerse el ataque, miles de personas salieron a las calles o a sus terrazas en Kabul para gritar “Alá es grande”, como muestra de apoyo a las fuerzas de seguridad contra la violencia insurgente en Afganistán.
En los últimos tres meses los talibanes han logrado capturar alrededor de 125 centros de distrito, el mayor logro en dos décadas de guerra, y mantienen asediadas varias capitales provinciales, como las meridionales Kandahar y Lashkargah, y la occidental Herat.
Ante esta situación, el Gobierno afgano anunció hoy que “en los próximos días” buscará en dos conferencias en Doha el apoyo decisivo de la comunidad internacional para intentar lograr una solución política con los talibanes y el fin de la guerra.