La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció este lunes que el número de civiles muertos y heridos aumentó un 47% en el primer semestre del año respecto a 2020, mientras los talibanes ganan rápidamente territorio tras el inicio de la retirada de las fuerzas internacionales el pasado 1 de mayo.
En cifras, al menos 1.659 personas murieron y 3.254 resultaron heridas entre enero y junio de este año como resultado del conflicto, dijo la misión de la ONU en un informe.
“Un número sin precedentes de civiles afganos perderán la vida o resultarán gravemente heridos este año si no se frena la escalada de violencia”, alertó Deborah Lyons, representante especial de Naciones Unidas en Kabul.
En su informe sobre víctimas civiles en la primera mitad de 2021, la misión de la ONU en Afganistán (Unama) prevé este año el mayor número desde 2009, cuando empezó este balance anual.
“Las bajas civiles en Afganistán en el primer semestre de 2021 alcanzaron niveles récord con un alza especialmente brutal de muertos y heridos desde mayo”, asegura la Unama.
Ese mes, las fuerzas internacionales iniciaron su retirada y los combates se intensificaron por la ofensiva de los talibanes, explica la misión de Naciones Unidas.