El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, instruyó este sábado la declaración del toque de queda nocturno en casi todas las ciudades del país, en un intento por mejorar la gestión de la seguridad.
Desde hace dos meses las autoridades se enfrentan a una gran ofensiva de los talibanes en todo el país, por lo que la decisión busca evitar la infiltración de combatientes en las zonas urbanas.
“Con el fin de contener la violencia y limitar los movimientos de los talibanes, se ha decretado el toque de queda en 31 provincias”, dijo el ministerio del Interior en un comunicado, precisando que solo Kabul, Panjshir (noreste) y Nangarhar (este) no se verán afectadas.
El portavoz adjunto del ministerio, Ahmad Zia, dijo a la prensa que el toque de queda -que será temporal- estará en vigor desde las 22:00 hasta las 4:00 horas.
Según Zia, es en ese horario en el que se llevan a cabo la mayor parte de las operaciones de los insurgentes. Según las instrucciones del presidente, el toque de queda es parte “de un amplio plan de seguridad”, explicó Mirwais Stanekzai, también portavoz del Ministerio del Interior.
La medida, muy inusual en el país en las últimas dos décadas, además pretende “evitar víctimas civiles” durante las operaciones de las fuerzas de seguridad afganas en la lucha contra los talibanes.
Contraofensiva del Ejército
Los talibanes lanzaron una ofensiva total contra las fuerzas afganas a principios de mayo, coincidiendo con la retirada final de las tropas internacionales, ya casi completada.
Los talibanes se han apoderado de amplias zonas rurales y de varios pasos fronterizos clave con Irán, Turkmenistán, Tayikistán y Pakistán, además de llevar los combates a las puertas mismas de algunas capitales provinciales.
Las autoridades afganas anunciaron el viernes el lanzamiento de múltiples operaciones militares en unas quince provincias, con el objetivo de tratar de recuperar terreno. El ministerio de Defensa anunció esa misma jornada que el Ejército había reconquistado un importante distrito en la provincia occidental de Herat, fronteriza con Irán.
Estados Unidos, cuya retirada se ha completado en un 95%, según el jefe del Estado Mayor del Ejército, confirmó que había dado apoyo aéreo a las fuerzas afganas, muy escaso en los últimos tiempos.