Al menos 25 personas murieron y 60 resultaron heridas hoy por la explosión de un artefacto de fabricación casera en un mercado de la capital iraquí, un día antes de la gran fiesta de Aíd al Adha o del sacrificio, cuando los musulmanes compran cabezas de ganado o carne para celebrar.
Un capitán de la Policía iraquí, Abdalá Al Huseini, informó que el número de víctimas mortales aumentó a 25 y que la explosión causó también daños en el mercado.
El estallido se produjo en un mercado situado en el populoso barrio de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad.
El lugar ha sido blanco de numerosos atentados en los pasados años a manos de grupos radicales suníes, como Al Qaeda y el Estado Islámico.
La Comandancia de la Policía de Bagdad abrió una investigación para conocer las circunstancias del “ataque terrorista”.
La Célula no ofreció una cifra oficial de muertos y heridos, ni apuntó a los posibles autores del ataque.
Por su parte, el presidente iraquí, Barham Saleh, calificó lo sucedido de “crimen atroz y cruel”, perpetrado contra los civiles en la víspera del Aíd: “No quieren que la gente disfrute ni por un momento, con seguridad y alegría”, lamentó en un comunicado.
“No estaremos tranquilos hasta que eliminemos el terrorismo odioso y cobarde desde sus raíces”, agregó el jefe de Estado.
Es habitual que durante las festividades musulmanas se registren atentados en Bagdad, aunque estos han sido menos frecuentes desde la derrota militar del grupo yihadista Estado Islámico en 2017, cuando fue expulsado de la mayor parte de los territorios que controlaba en Irak.
De momento, ningún grupo ha asumido la autoría de la explosión de este lunes.