Los talibanes, que llevan a cabo una impresionante ofensiva en Afganistán, instaron a los habitantes de las ciudades a rendirse para evitar daños mayores y también advirtieron a Turquía contra el mantenimiento de sus tropas en el país.
“Ahora que desde las montañas y los desiertos, los combates han llegado a las puertas de las ciudades, los muyahidines no quieren luchar dentro de la ciudad”, señaló Amir Khan Muttaqi, en un mensaje publicado en Twitter por un portavoz talibán.
“Es mejor que nuestros compatriotas utilicen los medios a su alcance para ponerse en contacto” con nosotros y “alcanzar un acuerdo sensato para evitar que las ciudades sufran daños”, indicó Muttaqi, exministro de Información y Cultura del régimen talibán.
El llamamiento de los talibanes es la misma estrategia que usaron cuando conquistaron el poder en los años 90: rodear las ciudades y obligar a sus habitantes a negociar la rendición.
Desde finales de mayo, los talibanes, aprovechando la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN -que finalizará en las próximas semanas-, se han apoderado de importantes partes del territorio del país y ya rodean varias capitales de provincia.
Debido a la falta del apoyo aéreo brindado por las tropas estadounidenses, el ejército afgano no tiene cómo ofrecer una resistencia importante ante los insurgentes y solo controla en este momento las grandes ciudades y las carreteras principales.
En las últimas semanas, varios distritos aledaños a Kabul cayeron en manos de los talibanes, lo que aumentan el miedo sobre un posible ataque de la capital y de su aeropuerto, la única vía de salida del país para muchas personas, sobre todo extranjeras.
Los talibanes “garantizan a todos los habitantes que Afganistán será su patria y que nadie se vengará”, dijo en un mensaje de voz Zabihullah Mujahid, portavoz de los insurgentes.
Pocas horas después de este mensaje, cuatro civiles perdían la vida en una explosión en el centro de Kabul, según la policía.
Advertencia a Turquía
Por otra parte, los talibanes advirtieron este martes a Turquía contra el mantenimiento de sus tropas en Afganistán una vez que las fuerzas lideradas por Estados Unidos abandonen el país y consideraron que su decisión era “censurable”.
“La decisión de las autoridades turcas es desacertada, una violación de nuestra soberanía e integridad territorial y va en contra de nuestros intereses nacionales”, dijeron los talibanes en un comunicado, días después de que Turquía prometiera proporcionar tropas para proteger el aeropuerto de Kabul cuando las fuerzas extranjeras dejen el lugar, en agosto.
“Consideramos el mantenimiento de las tropas extranjeras en nuestra patria, independientemente del país o del pretexto, una ocupación y los invasores serán tratados como tales”, agregaron.
Los talibanes prometieron que si Turquía “no reconsidera su decisión” el grupo insurgente “resistirá como ha resistido 20 años de ocupación” extranjera.
En los últimos años, los talibanes atacaron ciudades importantes del país como Kunduz o Ghazni, pero siempre tuvieron que retroceder.
En julio, dentro de la ofensiva que iniciaron en mayo, atacaron Qala-i-Naw, capital de la provincia de Badghis. El martes, el ministro afgano de la defensa anunció que la ciudad estaba bajo control, tras varios días de combates.
Pero los insurgentes se hicieron con el control de dos distritos en la provincia de Bamyan (centro) tras la retirada de las fuerzas afganas, indicó el martes a la Agence France-Presse un miembro del consejo regional, Mohammad Hassan Assadi.
Los talibanes no entraban en esta provincia desde que su régimen fue depuesto. Fue en esta región en la que dinamitaron en marzo de 2001 los budas gigantes, un acto que provocó la condena mundial. En la provincia vive la minoría chiita hazara, víctima de abusos por parte de los talibanes cuando ostentaron el poder.
Los insurgentes afirmaron la semana pasada que tienen en su poder un 85% del territorio afgano, una cifra rebatida por las autoridades del país e imposible de verificar de forma independiente.