Los niños se llevan la peor parte de una de las peores crisis socioeconómicas y financieras del mundo desde 1850, que afecta al Líbano desde hace más de un año y medio, según un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

UNICEF añadió que la crisis afecta a todos los aspectos de la vida de los niños en el país del Cedro.

El informe de UNICEF afirma que “más del 30% de los niños libaneses han dormido con el estómago vacío en los últimos treinta días, porque no han recibido un número suficiente de comidas”.

La encuesta realizada por la agencia de la ONU revela una realidad aterradora en un país en el que la pobreza extrema se ha triplicado en menos de un año, alcanzando a casi una cuarta parte de la población, estimada en seis millones y medio de habitantes, incluido un millón de refugiados sirios.

Una situación que empeora

Al comentar los resultados, la representante de Unicef en el Líbano, Yukie Mokuo, dijo que el número de familias que se ven obligadas a tomar medidas de adaptación negativas a la crisis está aumentando.

Estas medidas incluyen la supresión de una serie de comidas, sacar a los niños de la escuela y ponerlos a trabajar, a menudo en condiciones peligrosas, vendiendo mercancías y, por último, el matrimonio precoz de niñas menores de edad.

Según UNICEF, el 77% de los hogares no tienen suficientes alimentos o dinero para comprarlos. Este porcentaje se eleva al 99% entre las familias sirias. Más de la mitad de las familias se ven obligadas a comprar alimentos acumulando deudas o pidiendo préstamos.

En un informe publicado el 1 de junio, el Banco Mundial calificó la situación del Líbano como una de las peores crisis de la historia desde mediados del siglo XIX.