Israel vislumbra el fin de una era luego de la formación ‘in extremis’ de una coalición heterogénea que en los próximos días podría provocar la salida del veterano líder Benjamín Netanyahu, el primer ministro con el mandato más largo en la historia del país.
El dirigente opositor Yair Lapid anunció el acuerdo para conformar la coalición minutos antes de vencerse el plazo, la medianoche del miércoles, provocando celebraciones entre los opositores al primer ministro.
La coalición formada tiene una pequeña mayoría en el parlamento, aunque no se espera un voto de confianza por varios días, dándole a Netanyahu tiempo de convencer a potenciales detractores de cambiar de opinión.
Analistas advierten que el gobernante de 71 años no dejará el poder sin una pelea. Netanyahu enfrenta un juicio por cargos de corrupción que podría derivar en una sentencia de cárcel.
Este jueves, el hábil operador político usó Twitter para provocar dudas entre los legisladores de derecha que se aliaron con la izquierda para sacarlo del poder.
“Todos los legisladores electos con votos de la derecha deben oponerse a este peligroso gobierno de izquierda”, escribió.
Su partido, Likud, pidió a sus exaliados de derecha a “retirar inmediatamente” sus firmas de la coalición.
La nueva coalición tendría al nacionalista religioso Naftali Bennett como primer ministro durante dos años, antes de ceder el mando a Lapid, de centro.
Pero si se dan deserciones de última hora en la alianza del “cambio”, Israel podría tener que realizar otra elección, la quinta en poco más de dos años.
“Abrir la champaña en este momento sería un poco apresurado”, dijo Tamar Hermann, analista político del Instituto Democracia de Israel.
“Lo logré”
Lapid, un expresentador de televisión de 57 años que encabeza el partido centrista Yesh Atid, aplazó su propia ambición de ser primer ministro para negociar el acuerdo de coalición.
“Lo logré”, proclamó menos de una hora antes del final del plazo.
“Prometo que este gobierno trabajará al servicio de todos los ciudadanos de Israel, los que votaron por el y los que no”, escribió en Facebook.
El anuncio puso fin a cuatro intensas semanas de negociaciones desde que el presidente Reuven Rivlin encomendó a Lapid tratar de formar un gobierno luego de que Netanyahu fracasó.
Bennett, de 49 años y exprotegido de Netanyahu, fue el eje del acuerdo para sacarlo del poder.
Este líder del bloque derechista Yamina anunció el domingo que se uniría a Lapid para terminar con la “locura”.
En la derecha, la nueva alianza incluye al partido Nueva Esperanza, de Gideon Saar, un exaliado de Netanyahu, y a Yisrael Beitenu, del nacionalista Avigdor Lieberman.
También integran la alianza el partido Laborista, el moderado Meretz y el centrista Azul y Blanco del ministro de Defensa Benny Gantz.
La naciente coalición también incluye, por primera vez, un partido árabe israelí, el Raam, de orientación conservadora islámica.
Raam distribuyó fotos de su líder Mansur Abas al firmar el acuerdo de coalición con Bennett, un firme defensor del movimiento de colonos judíos.
Hablando el jueves en la radio del ejército, Abas dijo que “obtuvimos la legitimidad para incidir en el sistema político israelí y no solo estar presente en el Knesset (parlamento)”.
Como Trump
Entre tanto, los aliados de Netanyahu fustigaron la coalición.
El legislador derechista Bezalel Smotrich, del partido Zionismo Religioso, criticó que la coalición dependiera de los votos de parlamentarios árabes y acusó a Bennett de cooperar con alguien que “apoya al terrorismo y que se identifica con los enemigos de Israel”.
Pero Matan Kahana, un integrante de Yamina, respondió en la radio pública que “estoy convencido que este gobierno será aún más derechista que el de Netanyahu”.
Ben Caspit, biógrafo de Netanyahu, vaticinó que el primer ministro saliente luchará con fuerza contra el nuevo gobierno y hará todo lo posible por impedir su formación.
Caspit consideró que Netanyahu podría intentar emular a su aliado, el expresidente estadounidense Donald Trump, quien se ha negado a aceptar su derrota en las elecciones de noviembre.
“Está intentando incendiar todo”, comentó Caspit sobre Netanyahu. “Aún piensa que tendrá éxito contra todos los pronósticos”.
Washington aclaró el jueves que continuará siendo un firme aliado del Estado judío sin importar quién esté en el poder.
“No importa lo que suceda, no importa cuál gobierno esté en el poder, se mantendrá nuestro firme apoyo a Israel”, declaró el portavoz diplomático estadounidense, Ned Price.