La justicia israelí anunció este domingo que aplaza una vista judicial prevista para el lunes sobre la expulsión de familias palestinas en Jerusalén Este, un caso que ha provocado manifestaciones que se han saldado con más de 300 heridos en los últimos días.
“A la luz del contexto actual, y a petición del fiscal general, la vista judicial prevista para mañana (lunes) fue anulada”, indicó el Ministerio de Justicia israelí en un comunicado, precisando que se fijará una nueva fecha “de aquí a 30 días”.
La tensión era palpable tras los enfrentamientos más violentos desde 2017 en Jerusalén. Además, este domingo es víspera de la conmemoración de la ocupación de la parte oriental de la ciudad por Israel, tras la guerra de los Seis Días, en 1967.
En el barrio de Sheij Jarrah, escenario de protestas diarias desde hace varios días contra el posible desalojo de familias palestinas para instalar a colonos israelíes, los palestinos volvieron a echarse a la calle y arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad israelíes, que usaron balas de gomas y granadas aturdidoras.
En la Puerta de Damasco, cerca del barrio musulmán de la Ciudad Vieja, unos palestinos lanzaron botellas contra las fuerzas de seguridad que intentaron dispersar a la multitud con un cañón de agua pútrida, constató una periodista de la AFP.
Según la Media Luna Roja palestina, siete palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos del domingo por la noche, de los cuales cuatro fueron hospitalizados.
Disparo de cohetes
El viernes por la noche, más de 220 personas, en su mayoría palestinos, resultaron heridas en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar santo del islam y el más sagrado para los judíos.
Y el sábado por la noche se produjeron enfrentamientos en Jerusalén Este pero en las zonas de la Puerta de Damasco, Bab al Zahra y Sheij Jarrah que dejaron unos 100 heridos. La policía israelí dio cuenta de 17 heridos en sus filas y de nueve arrestos.
Hay manifestaciones previstas este domingo en la Cisjordania ocupada y en Gaza en solidaridad con los palestinos de Jerusalén.
Por la noche, el ejército israelí anunció el lanzamiento de otros dos cohetes desde la Franja de Gaza hacia el sur de Israel.
“Uno fue interceptado por el sistema antimisiles aéreo ‘Cúpula de Hierro"”, afirmó el ejército, sin informar de víctimas ni daños.
En domingo de madrugada se lanzó un cohete desde el enclave palestino controlado por el movimiento islamista Hamás. Desde Gaza también se lanzaron globos incendiarios hacia el sur de Israel, según las autoridades israelíes, que han contabilizado 39 incendios forestales provocados por estos proyectiles.
Israel reaccionó con un ataque aéreo contra “un puesto militar de Hamás” en el sur de la Franja de Gaza, según el ejército, y con el cierre de la zona pesquera en el litoral del enclave palestino bajo bloqueo israelí en el que viven dos millones de personas.
“Ley y orden”
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que el país “seguirá garantizando la libertad de culto, pero no permitirá disturbios violentos”.
“Haremos respetar la ley y el orden, con firmeza y responsabilidad”, declaró Netanyahu, quien defiende la ampliación de las colonias judías en la parte oriental de Jerusalén, ocupada y anexionada desde 1967 por el Estado hebreo.
“También les digo a nuestros mejores amigos: Jerusalén es la capital de Israel. Al igual que cada nación construye su capital, nosotros también tenemos el derecho de construir en Jerusalén. Esto es lo que hemos hecho y es lo que seguiremos haciendo”, añadió, refiriéndose a las “raíces bíblicas” de los judíos en Jerusalén.
Los “amigos” de Israel han hecho un llamamiento a la calma.
Su principal aliado, Estados Unidos, pidió a los altos cargos “israelíes y palestinos que actúen para poner fin a la violencia”, y expresó su preocupación por “la posible expulsión de las familias palestinas de Sheij Jarrah”.
Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán -cuatro países árabes que han normalizado las relaciones con Israel en los últimos meses- expresaron su “profunda preocupación” y pidieron calma a Israel. Lo mismo hizo el Cuarteto para Oriente Medio (Estados Unidos, Rusia, la ONU y UE), que pidió “moderación”.
En un mensaje dominical, el papa Francisco pidió el fin de la violencia en Jerusalén: “La violencia solo engendra violencia. Detengamos estos enfrentamientos”.
En Jordania, un país en paz con Israel desde 1994, el rey Abdalá II condenó el domingo la “escalada” de violencia en Jerusalén. En Ammán cientos de manifestantes reclamaron el cierre de la embajada israelí y la expulsión de su embajador.